Con los últimos datos del Ministerio de Agroindustria sobre la ventas de cigarrillos, cerró un 2016 con la cifras más bajas desde que hay registro. Los kiosqueros, además, golpeados por la caída de las ventas de golosinas.
Mala idea la de abrir un kiosco en esta época. No sólo las ventas de golosinas cayeron un 8,7% en todo 2016, según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, sino que el mayor captador de clientes, los puchos, tuvieron su peor marca desde 2005: en todo el año se vendieron 11,67% menos de atados de 20 que en 2015.
Las ventas nunca se pudieron reponer del todo después del impuestazo de mayo, que hizo caer las ventas de un mes al otro en un asombroso 39%. Los fumadores apelaron a diferentes recursos: la abstinencia, en primer lugar, y el traslado a segundas, terceras y cuartas marcas.
Específicamente en diciembre de 2016 las ventas estuvieron un 17,65% por abajo de las de diciembre de 2015. Aun así, fue el segundo mejor mes del año para la satisfacción de los adictos. Es de esperar que las cifras de enero empeoren, debido a la corrida de precios que tuvo lugar a comienzos de mes cuando se especuló con un nuevo aumento de precios en el vicio más dañino y exquisito.