Con 589.741.000 litros de vino argentino vendidos para el mercado interno, enero de 2017 fue el mes con menos ventas para el consumo interno desde que el Instituto Nacional del Vino (INV) lleva estadísticas. La merma respecto de enero de 2016 es de 13%. Respecto de enero de 2015, un 20,4% para atrás.
Nunca se vendió tan poco vino como en enero de 2017, al menos desde que el INV lleva registros (enero de 2009). El sector arrancó su crisis exactamente en enero de 2016. Desde ese entonces, hubo apenas dos meses con ventas superiores en términos interanuales. En los últimos 12 meses (desde febrero de 2016 a enero de 2017) la caída es del 8,85% respecto de igual período anterior. Estos últimos 12 meses también son los peores desde que hay registro.
En relación con su inmediato mes anterior, en enero de 2017 hubo una caída de 20,1% en las ventas. Es una caída estacional –con el calor los bebedores nos pasamos a la birra–, pero que dejó al sector en un pozo al que nunca había caído. En todos los años, febrero logra todavía menos ventas: no se ha visto aún hasta dónde puede llegar esta etílica depresión.