Otra vez, el oficialismo incurre en el negacionismo y la provocación. En una puesta en escena se mostraron con carteles alusivos al 24 de marzo, en los que nunca se menciona la palabra dictadura y cuyo único objetivo es desacreditar al movimiento de Derechos Humanos.
Nada sobre el genocidio. Nada sobre sus responsables civiles, si bien mucho podría decir sobre su familia el diputado Nicolás Massot. Menos que menos la palabra dictadura. Terrorismo de Estado ya sería una sutileza conceptual inabordable. Desaparecidos, militares... nada. Apenas estas dos fotos tiradas por Twitter.
A 41 años de la época más oscura del país, trabajemos todos juntos para no perder los valores de la #Democracia. #NuncaMas pic.twitter.com/WTevT1DQnP
— Martin Maquieyra (@Martinmaq) 24 de marzo de 2017
1976/24 de Marzo/2017
Nunca más la barbarie. #DemocraciaParaSiempre pic.twitter.com/tsSJ1rr3c0— WW (@WolffWaldo) 24 de marzo de 2017
Cabe destacar que la puesta en escena fue acompañada por un comunicado en el que sí se habla de dictadura cívico militar. Las convicciones quedan claras cuando manifiestan "Creemos que es fundamental apoyar las celebraciones por el “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, establecido en 2002". Celebraciones.
Huelga recordarlo, los carteles continúan la línea discursiva general del gobierno, que relativiza y denosta los incuestionables avances que hubo en la justicia durante los últimos años –derogaciones de leyes de olvido y perdón, juicios a genocidas, restituciones de nietos desaparecidos, políticas educativas en derechos humanos, construcción de espacios de memoria–, al mismo tiempo que falsea información histórica sobre la dictadura y cuestiona la veracidad del movimiento de Derechos Humanos al poner en debate la cantidad de desaparecidos, algo que han hecho, en orden, Darío Lopérfido, Mauricio Macri y Juan José Gómez Centurión.