La rata (o el ratón)
No fue capaz de unir eso que bien sabe, en una línea que promete ser continua. No es momento de dudas y tampoco de quedarse sentado esperando. Número de la suerte: 125.
El buey (o búfalo)
Por momentos sentirá aromas que le recordaran el año 2008, igual deberá pagar la luz y todos los impuestos sin claudicar a sus ideales. No todo lo que brilla es merecedor de nuestros ojos. Número de la suerte: 102.
El tigre
Aunque las cosas le vayan muy bien en el ámbito económico, este mes va a tener que tomar algunas decisiones capitales para su futuro a largo plazo. Leve confusión en temas amorosos. Número de la suerte: 808.
El conejo (o la liebre)
Las estrellas indican que no debería bajar la guardia porque luego llegan las sorpresas y el otoño se las trae de mil maneras. Es indispensable estar atento, y endurecerse sin perder jamás la ternura. Número de la suerte: 564.
El dragón
Necesita dormir mucho y bien. No hable así como toda la mierda que se habla hoy por la TV, los diarios y las redes que alimentan sus ojos para mantenerlo en una vigilia constante delante de todas las pantallas brillantes que tenga a mano. Número de la suerte: 14.
La serpiente
A veces mientras el sol se muere no parece importarnos. No ocurre en el vacío, sino en un contexto sociocultural, político y económico muy específico. No pierda de vista que la única salida es colectiva. Número de la suerte: 22.
El caballo
Amor: un verdadero entramado de románticas ficciones culturales normativas de reciente aparición histórica, pero muy divertido. Quizá habrá esperanza, pero sin duda habrá poesía. Trabajo: nuestro pecado capital ha sido y será la mitificación del trabajo como valor humano. Número de la suerte: 159.
La cabra
Nunca preguntes el camino a alguien que lo conoce, porque entonces no podrás perderte. Siempre hay un obsceno pájaro nocturno en un bosque salvaje donde aúlla un lobo. Número de la suerte: 154.
El mono
Es un mes espléndido, lo peor ya pasó o pasará mucho más adelante, pero antes del año. La curiosidad nos ayuda a crecer. La culpa no es de los astros. Hay sueños ligeros, donde hay dolor habrá canciones. Número de la suerte: 905.
El gallo
Inmensa necesidad de aprender el mundo entero. Disponemos de varias pistas y es probable que una u otra nos lleve hasta la verdad. Quizá pierda tiempo siguiendo una falsa, pero, tarde o temprano, dará con la correcta. Número de la suerte: 611.
El perro
Formular una pregunta es resolverla. Quizá el problema es cómo preguntamos, o qué queremos saber. Nuestras almas románticas deben aceptar que los primeros escritos no fueron de poetas sino de contadores. Número de la suerte: 969.
El cerdo (o el jabalí)
Este mes el chancho es protegido por el dragón, todo es posible dentro de sus inseguridades, dudas y temores. Es momento de viajar y disfrutar como si fuéramos la audiencia del maravilloso espectáculo del mundo. Número de la suerte: 11.