A primera vista, el número es rutilante: los despachos de cemento subieron un 11,13% en abril de 2017 respecto de 2016. El tema es que en abril de 2016 ya habían caído un 27,53% respecto de 2015. La caída respecto de marzo de 2017 es de 17,8%.
Festejaron los medios gubernamentales que en marzo el Indicador Sintético de la Construcción del Indec hubiera dado su primer mes positivo, después de 14 meses continuos para atrás. Abril probablemente dé igual resultado pero, en los hechos, los despachos de cemento –un indicador duro de la construcción de viviendas– tuvieron un mes pésimo, que está por debajo de 2008, 2011, 2013, 2014 y 2015. La propia Asociación de Fabricantes de Cemento Portland muestra su inquietud con su benigno titular "Oscila el despacho de cemento".
Para hacer el panorama más claro: el abril que pasó fue el cuarto peor mes en la era Cambiemos, en lo que refiere a los despachos de cemento. Sólo fueron más magros, en orden de malaria, abril de 2016, febrero de 2017 y febrero de 2016.
Durante los últimos 12 meses –mayo de 2016 a abril de 2017– se despachó un 4,45% menos de cemento que igual período anterior. De hecho, períodos iguales de 2012, 2014 y 2015 también están por encima de la cifra de 2017.