Tras haber roto 14 meses continuos de caída en marzo, en marzo la construcción continuó su mejora y subió un 10,5% interanual en abril, según el Indicador Sintético de la Construcción (ISAC). Pero la industria ya llegó a su quinceavo mes consecutivo de caída, en una crisis cada vez más profunda. La industria, no obstante, acumuló su catorceavo mes de retracción, con una merma interanual del 2,3% en marzo según el Estimador Mensual Industrial (EMI).
No hay que cantar victoria, pero en abril se juntaron dos meses seguidos de crecimiento internual de la construcción, después de una malaria que duró más de un año. Estas dos subas permitieron que en el primer cuatrimestre el sector registre un crecimiento acumulado del 3,8% respecto de igual período anterior. La contracara total es la industria: acumula en los primeros cuatro meses una caída del 2,4%, y ya 2016 había sido un año horrible en comparación con 2015.
Del asfalto y los inodoros
Desde diciembre de 2016 vienen aumentado los puestos de trabajo registrados en la construcción: pasaron de 404 mil a 424 mil en marzo. El dato es auspicioso, todavía está lejos de los 441 mil de marzo de 2015 o de los de cualquier mes de 2015, excepto diciembre, que ya tiene el toque Cambiemos.
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Construcción: puestos de trabajo registrados en el sector privado subieron 5,6% interanual en marzo 2017 https://t.co/KH4ltu71NX pic.twitter.com/p4UgyYkhMf— INDEC Argentina (@INDECArgentina) 31 de mayo de 2017
El consumo de materiales para la construcción evidencia la dinámica del sector. En los primeros cuatro meses de 2017, la venta de pisos o sanitarios –típicos de viviendas– mermó respecto de igual período de 2016, pero en insumos para gran obra hubo crecimientos delirantes, como en el asfalto (95,4%), hierro redondo para hormigón (16,6% ) o cemento (7,3%). La obra pública finalmente está moviendo al sector.
Las expectativas de las empresas dedicadas a la obra pública o privada así lo evidencian. Todavía en situación crítica, divergen completamente en sus augurios. Aquellas que dependen de lo privado creen que su actividad "No cambiará" en un 52,9% o que empeorará en un 11,8%. El 35,3% restante es optimista. Contrasta con la euforia del 72,7% de las empresas dedicadas a la obra pública. Apenas el 2,3% de ellas cree que su actividad empeorará en los próximos meses. Esas proporciones se mantienen respecto de la toma de nuevos trabajadores: sólo el 29,4% de las empresas dedicadas a lo privado tomarán más personal, mientras que el 50% de las dedicadas al sector público incrementará su nómina.
Ambos tipos de empresas reconocen, además, que la reactivación es una resultante de la obra pública y, específicamente, las que viven del Estado reconocen que lo que más se está ejecutando son obras viales.
Caída al cuadrado
El dato más triste de la retracción continua del sector industrial lo provee la encuesta cualitativa: "El 72,7% de las firmas no indica cambios en la dotación de personal durante el período mayo-julio de 2017 respecto al período mayo-julio de 2016, 14,0% anticipa una disminución, 13,3% prevé un aumento". Esto quiere decir que todavía se perderá más trabajo industrial del que se perdió. Pero no termina ahi: "Respecto a la cantidad de horas trabajadas del personal afectado al proceso productivo, 72,0% de las empresas no anticipa cambios, mientras que las perspectivas de aumento como de disminución coinciden en 14,0%". Esto quiere decir que no mejorará la actividad.
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La actividad industrial disminuyó 2,3% interanual en abril de 2017. Acumulado desde enero: -2,4% https://t.co/lyu45w1m8G pic.twitter.com/Vl9UpcCgvo— INDEC Argentina (@INDECArgentina) 31 de mayo de 2017
Los sectores más afectados en el global de los primeros cuatro meses de 2017 son los hilados de algodón (-31,1%), las fibras sintéticas y artificiales (-24,9%) –esto es la base de los textiles en general–, el vidrio (-13,8%), los los lácteos (-11,7%) y el tabaco (-10,9%). Cabe destacar que estas cifras marcan una caída respecto de un año que ya fue para atrás respecto de su precedente.