Pese a algunos gestos, hay una gran deuda de los gobiernos en el impulso de la memoria y la justicia.
La relación entre el Frente Progresista y el movimiento de inundados tuvo varios capítulos. Comenzó con las promesas de campaña 2007. “Vamos a hacer justicia por los inundados”, fue uno de los lemas que utilizó Hermes Binner. A diez años de esa campaña y a 14 de la inundación, la promesa sigue incumplida.
Binner tuvo dos gestos durante su primer año de gobierno. El 29 de enero de 2008 bajó desde su despacho a Plaza de Mayo y conversó allí con integrantes de la Marcha de las Antorchas, ante quienes explicó que no estaba entre sus atribuciones intervenir ante la Justicia para acelerar la causa. Tres meses después, en el acto por el quinto aniversario de la inundación, repitió el gesto: bajó junto a un grupo de colaboradores a la Plaza y pronunció un discurso desde el escenario.
Después de esos gestos, los sucesivos gobiernos del Frente Progresista se desentendieron del tema. Hasta que el martes 18, el actual ministro de Justicia de la provincia, Ricardo Silberstein, rompió el silencio con un mensaje dirigido al Poder Judicial: “No puede ser que haya procesos que duren 5, 10 o 15 años. Realmente es inaceptable. La justicia tardía no es justicia El Poder Judicial debe replantearse su reestructuración en lo que tiene que ver con los procesos y su manera de organización”. Silberstein agregó que “una causa que dura 14 años, usando una terminología casi filosófica, más que una causa es una no causa”. No obstante, el titular de la cartera de Justicia se comprometió a que “ninguna causa será abandonada”.
En el Concejo
Acompañado por la bancada del Frente Progresista, el concejal santafesino Leandro González presentó un proyecto que solicita “justicia y esclarecimiento” en la causa inundación: “Es inadmisible, pasaron más de 5100 días y una veintena de jueces. No existió voluntad para resolver esta causa emblemática que nos enluta cada 29 de abril”.
González agregó que “la tragedia del 2003 no fue un fenómeno natural, sino una grave consecuencia de obras inconclusas, falta de planificación, de planes de contingencia y desidias políticas. Y esas son responsabilidades de quienes no se hicieron cargo para prevenir, evitar o al menos mitigar las secuelas de la inundación que además de los daños materiales, provocó más de una veintena de santafesinos fallecidos y un centenar más de víctimas”. Y sentenció: “fueron obras no concluidas por una clara decisión política de los funcionarios del momento”.
El edil de la UCR sostuvo que el ex gobernador Reutemann y el ex ministro de Hacienda Juan Carlos Mercier deben responder por el lugar que ocupaban y por las obras que no fueron realizadas pese a los dictámenes de los organismos especialistas. “Hubo una obra de infraestructura como es el cierre del anillo de defensa que no se realizó. Y además, luego no se le avisó a los vecinos sobre la magnitud del evento que se pudo al menos prevenir. Debe haber responsables políticos”.