Jorge Valdano y César Menotti coincidieron en una frase: “Sampaoli está loco”. Textualmente el oriundo de Las Parejas le dijo a su hermano luego de conocerlo al ahora DT de Argentina: “Está muy loco”. Mientras que el Flaco de Rosario, en una columna del diario Sport de Barcelona, aseguró: “Está más loco que una cabra”.
Será nomás que la palabra calificadora para los que cumplen con sus enormes objetivos es “locura”. Jorge Sampaoli es un nuevo caso de esa clase de locos soñadores. El protagonista de esta historia encarna muchas características que lo hacen especial. El primer gran dato para el mundo del fútbol es que no fue futbolista profesional y es DT de la selección, el segundo es que surgió de un club de una ciudad chica del sur de Santa Fe, y desde Casilda se hizo conocido en el Pacífico de nuestro continente. Perú, Ecuador y la gloria en Chile. En 2015 ganó la Copa América en Santiago, nos dejó a los argentinos con la sangre en el ojo y desde ese momento todos saben quién es ese pelado de drásticos movimientos en los bancos de suplentes.
“Esto no va a volver a pasar nunca más. Nunca saldrá un representante tan genuino de Casilda que llegue hasta donde llegó Jorge. Él siempre vuelve a la ciudad, estuvo en diciembre, anduvo en bicicleta, fue a la pileta del club, hizo la misma vida de siempre”, contó Pablo Paván mientras se dirigía a Ezeiza, para ver la presentación oficial en el predio de AFA. Es una voz autorizada, es el periodista casildense que lo conoce desde que tiene uso de razón, “porque Jorge vivía a media cuadra de mi casa”, dijo en diálogo con el programa En línea, de Radio Eme. Paván también se hizo conocido (no tanto como Sampaoli) porque escribió el libro “No escucho y sigo, la biografía autorizada de Jorge Sampaoli”. La falta de registro en el mapa futbolístico argentino era algo que no lo desvelaba al entrenador, tal es así que le dijo: “Pablo vas a vender 10 libros en Argentina, porque no tengo nombre acá”, y el periodista lanzó la publicación (2015) en Santiago de Chile.
Camino al éxito
La historia de Sampaoli trata de un argentino más que jugó al fútbol desde pequeño, que lo hizo en su Casilda natal, después probó suerte en Newell´s Old Boys de Rosario y llegó hasta la Reserva. En Casilda no lo llaman de otro modo que por su apodo de origen: Zurdo. Se lesionó de joven, y mientras siguió despuntando el vicio en los equipos de su ciudad, empezó a dirigir. En 1996, después de subirse a un árbol tras haber sido expulsado, Eduardo López, el presidente de Newell’s, lo vio en una foto en un diario y lo contrató para el club que gerenciaba, Argentino de Rosario. Así dirigió en la B Metro en 1996 y 97. Ya en 2002 se fue a Chiclayo, Perú, a dirigir al Juan Aurich. En Perú inició su camino y explotó en 2011, en la U, un grande de Chile: cuatro campeonatos consecutivos y la Copa Sudamericana. En esa Copa lo conoció y admiró Gallardo cuando dirigía a Nacional de Montevideo, y en ese mismo certamen la U goleó a Flamengo 4-0 en Brasil. “Nunca había jugado contra un rival tan superior”, le confesó al DT, camino al vestuario, un tal Ronaldinho.
Luego llegó el tiempo de la selección chilena, un argentino reemplazó a otro. Borghi afuera, Sampaoli adentro, la Roja no estaba en zona de clasificación para ir al Mundial, pero el santafesino le cambió chip y la metió en Brasil 2014. En el Mundial eliminó a España –era el último campeón- en primera ronda y de no ser por un travesaño de Pinilla en la última jugada del suplementario por octavos de final, también hubiese eliminado a los alemanes, luego campeones. Al año siguiente, le daría a Chile la primera Copa América de su historia. En enero de 2016 integró la terna al mejor entrenador del mundo junto a Luis Enrique y Pep Guardiola. A pesar de estar tan cerca Casilda y Rosario, en ese evento habló por primera vez con el rosarino más famoso del mundo, Lionel Messi. Y apareció el Sevilla, deslumbró a los españoles, se empapó de los mejores del mundo y a fines de mayo se fue. La tentación y el sueño pudieron más, y ni siquiera le importó perder dinero por la albiceleste. Todos los que lo conocen al Zurdo afirman que “el sueño máximo que tenía era dirigir la selección argentina”.
Yo te conozco
En esta aventura de los sueños y largos caminos recorridos, Emiliano Scapinello, conocido por toda Casilda como “El Negro”, es amigo y fue dirigido por Jorge Sampaoli. “Nos conocimos en el Club Alumni en el año 1991, cuando jugaba en Primera. Comenzó a dirigir las inferiores, luego las juveniles y después Primera”. En diálogo con Radio EME el Negro habló del Zurdo jugador, “era un aguerrido 8, contagiaba mucho, más aguerrido que habilidoso cuando jugaba de 10”.
Sampaoli, que fue empleado del Banco Provincia de Santa Fe desde los 18 hasta los 40 años, le dedicaba más energía y tiempo al fútbol que a ser cajero. “Acá (Casilda) se entrenaba dos veces por semana, pero desde que agarró el Zurdo se empezó a entrenar todos los días, y hasta el día de hoy todos los clubes de la Casildense entrenan a diario y el resto de las ligas de la zona también se contagiaron. Hizo una revolución en la Liga, cambió la forma de entrenar y de jugar. Desde que lo conozco fue intenso, obsesivo, siempre pensaba en innovar, constantemente miraba entrenamientos, seguía entrenadores, nos mostraba videos de partidos, y eso que estamos hablando del año 1992, 1993, fue muy extraño para el fútbol de Casilda”, resaltó.
[quote_box_right]“En Alumni, que es la mitad más uno de Casilda, lo aman, y los otros lo admiran. Antes lo odiaban, pero ahora se terminó la rivalidad en este sentido”.[/quote_box_right]
La figura de Sampaoli, lógicamente, atrae a todos porque es el flamante DT del seleccionado, pero además hay que destacar otros componentes del cuerpo técnico, que también surgieron del interior más profundo. Y el Negro Scapinello los recordó: “No sólo por Jorge todo Alumni se siente orgulloso, también por Beccacece (ayudante de campo) y Desio (preparador físico), los tres fueron integrantes del cuerpo técnico de acá y ahora están en la selección”. A la lista de santafesinos que trabajan junto al DT, hay que agregarle al periodista de San Vicente Matías Manna, un estudioso del fútbol que fue autor del libro “Paradigma Guardiola” (ver nota en www.pausa.com.ar El lejano analista de Guardiola).
En esto de dividir amores y odios futboleros en un lugar pequeño, Scapinello dijo que a Sampaoli “en Alumni, que es la mitad más uno de Casilda, lo aman, y los otros lo admiran. Antes lo odiaban, pero ahora se terminó la rivalidad en este sentido”.
Durante la charla radial su amigo destacó el buen humor del Zurdo y la alegría con la que realiza los entrenamientos, y también mencionó que “en sus pensamientos sólo estuvo el ganar para demostrar lo que hace, él me decía que “el trabajo que haces necesitas reforzarlo con títulos”.
Entre los datos coloridos que toma la prensa para mostrarlo como un “loco lindo”, cuentan una y otra vez que dirigió un partido desde arriba de un árbol (foto de Sergio Toriggino que fue publicada por el diario La Capital de Rosario en octubre de 1995), pero esta anécdota al amigo no le sorprende, “varias veces dirigió desde arriba de un árbol para ver mejor el partido”
Cultura Sampaoli
En otra de sus facetas, de esos tipos que se los denomina de “vida intensa”, también está la de escritor. Sampaoli participó del libro “Pelota de papel” - fue escrito por futbolistas-, en esa publicación escribió “Técnico con árbol”. Y en dicho libro le prologa el cuento su vecino y amigo Pablo Paván.
El hombre que nació en Casilda hace 57 años tiene tatuajes en los brazos, en la espalda, en los tobillos, en el intercostal. Que tenga o no tenga tatuajes es insignificante, la cuestión es lo que dice cada uno. Lleva el nombre de sus hijos (Sabrina y Coco), la palabra “Fútbol”, frases de temas de rock como “No escucho y sigo”, de Callejeros. Su admiración llega al punto de visitarlo al Pato Fontanet en la cárcel, como lo hizo el año pasado. También en su cuerpo aparece la frase “Siempre tengo a mi lado a mi dios”, de Los Redondos, que refiere a la ausencia paterna; y hasta alguna cita del Che: “No se vive celebrando victorias sino superando derrotas”. El último de sus tatuajes es un dibujo de la tapa de Oktubre (Los Redondos), que remite a la revolución bolchevique de 1917.
Su relación con la música se la pudo escuchar en una respuesta que arrojó en las últimas conferencias de prensa en Sevilla. Al ser consultado por un periodista español sobre la posibilidad de ser el DT de la AFA, el entrenador respondió: “La verdad está en la calle”, en referencia al rapero chileno Claudio Bastardo.
El desembarco del pueblo
Cuando llegó el día (1º de junio) de la presentación oficial en el predio deportivo de AFA todos nos vimos sorprendidos por la presencia de familiares, amigos, jugadores y vecinos de Casilda en la sala de prensa y en las afueras del recinto. La revolución de Casilda plantaba bandera en Ezeiza, y fue el mismo Sampaoli el que mandó la orden de que los dejen entrar. “Hubo más gente que quiso ir”, dijo el Negro. Y además contó que “se puso muy contento de vernos, pero ahora que ya pasó tenemos la idea de no molestar, solamente apoyarlo”.
Para terminar con el desembarco futbolístico de un técnico distinto, su biógrafo Paván así resume la nueva etapa del Zurdo: “No hay sampaolistas, es un técnico sin hinchas, pero a la vez ésa será una ventaja porque no debe nada ni tiene compromisos con nadie”.