Desde enero de 2016 a abril de 2017 –último dato del Indec–, la industria directamente apagó más de un tercio de sus maquinarias. En el cuarto mes de este año, apenas estuvieron activos el 64,5% de los fierros. Son cifras del tiempo de la salida de la crisis de 2001.
La utilización de la capacidad instalada industrial es el indicador que permite entender cómo está trabajando la industria. Si una fábrica tiene necesidad de producir más, activa todas sus máquinas (su capacidad instalada). Si, encima, nota que es necesario producir aún más, compra máquinas nuevas (esa es la famosa "inversión"). Si, por el contrario, no hay nadie que quiera lo que la fábrica produce, apaga las máquinas y produce menos. Eso significa menos empleo, menos producción y menos consumo. Y, por supuesto, significa que ningún industrial razonable puede tener intenciones de invertir.
Desde enero de 2016 el uso de la capacidad instalada industrial nunca superó el 66% (mientras que, en un promedio grueso, estuvo arriba del 70% en la década previa). En abril marcó 64,5%, más de un punto debajo del 65,7% de marzo, otro nuevo brote verde mustio en un marco preocupante: en febrero el uso de la maquinaria estuvo en el mismo nivel que en 2003.
Según el Indec, "los bloques sectoriales que se ubican por debajo del nivel general de la industria son los productos alimenticios y bebidas (64,3%), productos del tabaco (62,4%), productos de caucho y plástico (57,9%), edición e impresión (56%), productos textiles (54,9%), metalmecánica excepto automotores (54,5%) y la industria automotriz (46,5%)".
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Industria: se utilizó el 64,5% de la capacidad instalada durante abril de 2017 https://t.co/VT6x230hWu pic.twitter.com/Ggh8BpebIn— INDEC Argentina (@INDECArgentina) 7 de junio de 2017