Después de 15 meses de bajas continuas, la siderurgia cumplió su primer trimestre de alzas interanuales. En mayo, la suba fue de 11,66% respecto del igual mes de 2016. Aun así, los últimos 12 meses son los peores desde 2002.
"Los productos destinados a la construcción pública y la agroindustria continúan estimulando el consumo de acero. Línea blanca continúa con crecimiento moderado y la producción automotriz y fabricación de envases siguen en contracción". Ese es el centro de la evaluación que hace la Cámara Argentina del Acero sobre los últimos tres meses positivos para el sector: la industria en crisis, el campo con lo que puede y el Estado contratista como único inversor.
La expresión más clara de cuáles son las demandas que motorizan al sector se ven en cómo aumentaron los distinto productos siderúrgicos: los menos elaborados, como el hierro, tuvieron subas de 31,16%. Luego, el acero subió 3,96%, los laminados en caliente 10,6% y los más elaborados, los laminados en frío, tuvieron una caída de 1,99%.
De todos modos, el sector está muy lejos de llegar a un nivel de actividad razonable. Los últimos 12 meses estuvieron un 11,37% debajo de igual período anterior. El lapso que va desde junio de 2016 a mayo de 2017 es el peor desde 2002.