Las cantidades vendidas por los comercios minoristas por el Día del Padre 2017 cayeron 3,6% frente a igual fecha del año pasado. En 2016 para esta misma fecha las ventas se habían retraído 7,5%.
La última vez que algo así sucedió estábamos en el medio de la crisis mundial de 2008 y 2009, lock out rural mediante. Ahora, el resto del mundo hace la suya y, en nuestro país, las ventas minoristas acumulan 16 meses seguidos de caídas, que ni siquiera logran revertirse en las fechas especiales para el comercio.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) analizó las ventas del sector y en un breve párrafo dio en la tecla: "Los que no elaboraron estrategias para abaratar precios, se quedaron con pocos clientes. Pero se trata de alternativas que muchas pymes no pudieron ofrecer, y que aun haciéndolas, a menudo no alcanzaron para competir con los grandes firmas que tuvieron acuerdos generosos con los bancos por compras con tarjetas". Un combo letal entre costos altos que impiden proponer grandes baratas, baja demanda y prácticas de concentración económica. La crisis no sólo implica cierres, también absorción de los más chicos por los más grandes.
El ticket promedio en los comercios que releva Came fue de $570, "un 18,7% por encima del año pasado, pero la inflación anual fue superior, lo que muestra el cuidado del consumo". En 2016, todos los rubros tuvieron bajas interanuales en las cantidades vendidas. En 2017, todos menos uno, que empató (tuvo una variación de 0%). De los 14 rubros relevados, sólo zafó Gastronomía y Restaurantes. Las caídas anuales más fuertes se produjeron en Joyería y Relojería (-8,0%), CD y DVD (-5,7%) y Artículos deportivos y de recreación (-5,6%).
En Mendoza hubo situaciones fellinescas. Se autorizó a los shoppings chilenos a hacer publicidad gráfica y también en la TV. Esto despertó la ira de las cámaras de comercio (programaron descuentos de hasta 50%, con todo tipo de pago, efectivo o tarjeta) y el gobierno provincial entonces adelantó el medio aguinaldo, para que hubiera capacidad de compra. Al fin y al cabo, nevó y se cerró el paso Cristo Redentor, por lo cual el efecto Chile no se sintió.
En la provincia de Buenos Aires, los comercios medianos y grandes se fumaron todas las ventas gracias a que ofrecieron descuentos agresivos con la tarjeta de crédito del Banco Provincia. Los comercios más chicos perdieron ventas frente a esas ofertas. Así, el banco público operó como un promotor de la desigualdad.