Alrededor de 200 gendarmes dispararon plomo y goma a unos 20 mapuches que acampaban en terrenos ancestrales de su pueblo que el italiano Luciano Benetton se arroga como propios. Entre los heridos, Fausto Emilio Jones Huala se llevó una de las peores partes al recibir un tiro en el cuello que le rompió el maxilar.
Además, 11 personas fueron detenidas: "Reprimieron a mujeres y niños. Se llevaron animales, rompieron las casas y no sabíamos a dónde llevaban a los detenidos" dijo María Isabel Hualla, madre de uno de los presos. En tanto, a través de un comunicado, la directora ejecutiva de Amnistía Internacional puntualizó: "La orden emitida (por parte de la Justicia) no encuentra correlato con los hechos de la realidad. Amnistía Internacional condena la falta de un eficaz control judicial sobre los alcances y exabruptos que fueron cometidos en territorio. La opacidad, falta de transparencia y rendición de cuentas no pueden ser los principios que atraviesan los operativos policiales".