Durante el cortejo fúnebre de Kevin Aguirre (de 16 años, asesinado en un presunto enfrentamiento narco), agentes de la Policía de Acción Táctica interrumpieron el acontecimiento disparando goma, plomo y golpes. El detenido y baleado fue Michael Pereira, primo de Kevin y uno de los principales testigos del caso. Una vez capturado, los policías empezaron a golpearlo en la cabeza, a lo que un grupo de vecinos reaccionó en favor del detenido. Diez de esos vecinos también resultaron heridos por las fuerzas armadas.
Del operativo participaron también la Policía Comunitaria, el Comando Radioeléctrico y la la Comisaría 12ª de Rosario.