Según un informe de la ONG Casa del Encuentro, 3.158 niños y adolescentes en todo el país perdieron a sus madres desde 2008 en femicidios. En otras palabras, en menos de una década casi todos los días algún chico quedó sin su mamá, asesinada en hechos de violencia de género. En el 63% de esos casos están involucrados menores de 18 años (2.012 niños y adolescentes).
Tomando sólo los primeros seis meses de este año, 239 hijas e hijos perdieron a su mamá, es decir, un chico cada 18 horas.
“Esos chicos que pasan por una situación de shock tan tremenda, en general, presenciaron años de violencia hacia su mamá y, en algunos casos, son víctimas directas de la violencia física”, sostiene Ada Rico, titular de la ONG, y agrega: “Son víctimas de la violencia psicológica porque ven a su madre insultada o golpeada, por eso aunque se diga ‘a los nenes no les hicieron nada’, hay que contemplar que vivieron una situación de constante peligro”.
Estos niños y niñas quedan solos, sin ningún tipo de protección, tanto porque sus madres fueron asesinadas como porque, en muchos casos, sus padres son los femicidas. Ante esto, diferentes organizaciones impulsan la sanción de la “Ley Brisa”, de reparación económica para hijos e hijas de víctimas de femicidio. La normativa, que cuenta con la media sanción de Diputados, promueve la creación de un régimen de reparación económica a niños, niñas y adolescentes menores de 21 años, cuyo “padre haya sido procesado o condenado como autor, coautor, instigador o cómplice de delito de homicidio agravado por el vínculo (femicidio)”.
El proyecto toma el nombre de Brisa, por la hija más chica de Daiana Barrionuevo, asesinada a golpes por su marido Iván Rodríguez el 20 de diciembre de 2014. Tras el femicidio, Rodríguez descartó el cadáver en una bolsa que tiró al río y dijo que la víctima se había escapado del hogar, con un amante. La policía y la Justicia le creyeron hasta que encontraron su cuerpo el 10 de enero de 2015. Rodríguez fue detenido y Brisa y sus hermanos mellizos quedaron a cargo de su tía Cintia, quien a su vez es madre de tres.