Por definición, industria equivale a valor agregado, empleo de calidad y dinámica de la economía. Según datos del Ministerio de Trabajo, el trabajo registrado industrial viene en picada a una velocidad muy superior a la del resto de los sectores.
Entre enero de 2009 y noviembre de 2015, unas 74.587 personas pasaron a ser asalariados industriales en blanco. Se trató de un crecimiento del 6,3%. El pico de empleo registrado fue en marzo de 2013, luego vino un bajón y, después, a partir de enero de 2015 había comenzado una fuerte recuperación, que se truncó en diciembre de 2015. Desde el cambio de gobierno hasta mayo pasado, se perdieron 62.261 trabajadores en blanco.
Puesto en porcentajes el daño se nota con mayor claridad. Hasta abril, se había destruido el 72,6% del trabajo industrial registrado que se creó desde enero de 2009. En apenas un mes se perdieron 6.411 trabajos registrados industriales. En consecuencia, ese porcentaje de destrucción subió al 83,4%. La velocidad con la cual se pierde el trabajo industrial es infinitamente superior, ya que apenas (?) se destruyó el 12% de todo el trabajo registrado de todos los sectores creado desde 2009 hasta el cambio de gobierno.
El trabajo industrial tiene tanto peso de la generación de trabajo registrado que si se contaran a todos los trabajadores registrados privados y se excluyeran a los trabajadores industriales, la merma de trabajo privado registrado sería de 5.010.320 salarios registrados en noviembre de 2015 a 4.989.252 en mayo de 2017. Apenas 21.068 puestos registrados, sobre los 83.329 perdidos. El ataque sobre la industria es directo: puso el 74% de los asalariados que perdieron su empleo registrado.