Edipo y Yocasta, de Mariano Moro, por el grupo Metonimia. O cómo vivir la tragedia desde el humor.
¿Como acercarse hoy a una tragedia griega, a un clásico del teatro desde épocas inmemoriales? Para el grupo Metonimia será el humor la puerta de entrada a esta tragedia que embarga a Layo, Yocasta y al hijo de ambos, Edipo: “Del modo siguiente entonces me maldijo: El día que duermas con una mujer, veras de qué modo te vas a joder. El hijo que nazca de tu matrimonio será para ti peor que un demonio...”.
Edipo y Yocasta, basada en el texto del marplatense Mariano Moro, se presentará el 2 y 9 de septiembre en el Foyer del Centro Cultural Provincial (Junín 2457).
El proyecto surgió de la Escuela Provincial de Teatro cuando los actores del grupo Metonimia aún eran estudiantes. Tal como cuenta Antonella Fernández Pabón allí estudiaron el texto clásico Edipo Rey de Sófocles pero terminaron totalmente seducidos por la versión contemporánea de Moro: “nos pareció muy interesante ya que el autor toma la tragedia original y hace una relectura y la actualiza, nos gustó como lo trabaja a través del humor y la parodia. Moro es dramaturgo y psicólogo. Lo que más nos importó fue el antecedente a la tragedia: la maldición de Layo y su descendencia”.
En cuanto el trabajo de los actores cabe resaltar que no sólo son muy buenas las actuaciones sino que también muestran un gran profesionalismo. Ponen en juego destrezas físicas, efectos y matices que delatan un muy buen manejo del cuerpo, los tiempos y las voces. Camila Valcart desde su experiencia en el papel de Yocasta, cuenta: “Nosotros cuatro interpretamos todos los personajes. Hay una apuesta visual en la construcción de la esfinge compuesta por casi todos los actores. Es una obra creada más bien desde el teatro físico, con una búsqueda física más que psicológica. Después por supuesto hay interpretación del personaje. Apelamos también a recursos del clown”.
La puesta en escena es de un minimalismo bellísimo y simple, los personajes son suficientes para construir cada escena, apelando a la imaginación del espectador que no tiene que hacer esfuerzos para adentrarse en la historia. “Sólo usamos dos tarimas, donde va el coro. A la puesta minimalista la pensamos también para poder viajar con la obra. Somos estudiantes y andamos todos en colectivo, así que lo planificamos así en un principio”. En cuanto a los objetos, trabajaron en la misma línea: “preferimos que sean un apunte del vestuario de cada personaje, por ejemplo Edipo y Yocasta sólo con su corona, el siervo con su campanita, etc. Objetos mínimos que los llevan a componer desde el cuerpo”.
El texto de Moro, la puesta y las actuaciones, son la conjunción ideal para divertirse con esta obra desde el principio hasta el final. Las risas a carcajadas que provocan en la platea contagian todo el espacio y no hay nadie que quede afuera de esa fiesta del humor. Sin embargo, momentos trágicos no faltarán donde se podrán en evidencia las peores miserias humanas.
En la pieza actúan Gabriel Alberini, Maximiliano Jenkins, Gonzalo Montero y Camila Valcart. La dirección general está a cargo de Antonella Fernández Pabón. El vestuario bajo la mirada de Mailén Videla González y el diseño de luces y sonido a cargo de Antonella Fernández Pabón.