En una elección primaria que se nacionalizó, el PJ y Cambiemos se despegaron del resto. Floja performance del Frente Progresista. El segundo pelotón: Boasso, Guiliano y Granata. Ciudad Futura y los frentes de izquierda, más atrás.
En la provincia de Santa Fe, en la categoría de diputados nacionales, prevaleció la polarización entre Cambiemos y el Frente Justicialista. Eso conspiró contra la estrategia del gobierno provincial: el Frente Progresista fue la tercera fuerza, muy por debajo del justicialismo y del macrismo.
La carga de datos fue más lenta, incluso, que en la provincia de Buenos Aires. Por eso, en los primeros momentos, Cambiemos salió a festejar un “rotundo” triunfo en la provincia. A las 5 de la mañana, la sumatoria de precandidatos del PJ superaba por la mínima a Cambiemos. Y esa era la tendencia al cierre del escrutinio provisorio, con el 98% de las mesas escrutadas: 27,8% para el justicialismo y 27,1% para Cambiemos. Empate técnico.
En la previa, distintos candidatos y analistas habían vaticinado sobre la dificultad de leer los resultados de una elección primaria en la que compitieron 57 listas de 17 frentes políticos distintos. Tenían razón. No hubo grandes ganadores, aunque estas Paso sí arrojaron varios datos que vale la pena analizar.
Cambiemos
Albor Cantard fue el candidato más votado en la provincia. Lo celebró en Santa Fe junto al intendente José Corral. Hubo festejos, pero medidos. Corral resumió: “Estamos mejor posicionados que el resto, pero hay que ganar en octubre. No hay que cantar victoria. Esta es una primera etapa”.
El festejo de Corral fue algo apresurado. El intendente informó antes de las 22 los resultados de sus mesas testigo: arrojaban un triunfo de Cambiemos a nivel provincial con el 40% contra el 24% del PJ y el 11% del Frente Progresista. Un vaticinio que estuvo muy lejos de los resultados finales.
Por su parte, Cantard –cabeza de lista de la única lista de Cambiemos– evaluó las Paso en un contexto más amplio: “Ganamos en toda la Región Centro, no solo Santa Fe, también en Entre Ríos y Córdoba”. ¿El motivo? “Las políticas del gobierno nacional están cayendo muy bien”, según Cantard.
Frente Justicialista
Agustín Rossi fue el candidato más votado en la interna del PJ: superó el 60% contra el 35% logrado por la ex jueza rosarina Alejandra Rodenas, propuesta por un conglomerado de intendentes y senadores provinciales. El tercer precandidato, Pablo Dibert, no llegó al 5% dentro del Frente Justicialista.
“El Frente Justicialista es la verdadera opción para frenar la política de ajuste de Mauricio Macri”, declaró el líder de la lista de Unidad Ciudadana. De cara a las generales del 22 de octubre, Rossi hizo una “convocatoria a los santafesinos que se ven agredidos por el modelo neoliberal de Cambiemos”.
Cuando Rossi habló desde su búnker en la ciudad de Rosario, Cambiemos superaba el 30% de los votos en la provincia (al final iba a quedar en el 27%). Con esos números, el Chivo evaluó: “Siete de cada diez santafesinos están en contra del gobierno nacional”.
Rodenas dio señales de cohesión partidaria: “Es cierto que algunas personas nos intentaron poner a Agustín (Rossi) y a mí como adversarios, pero nunca fuimos adversarios. Tenemos diferencias en el modo de concebir la construcción política, pero eso es un tema menor. Tenemos un diagnóstico similar a lo que significa hoy Cambiemos en el país”.
Más allá de las declaraciones de la candidata, que este año hizo su debut en las urnas, una de las incógnitas que se desprende de estas Paso es el comportamiento electoral que tendrán de aquí a octubre ese casi 40% de los votantes del PJ que no eligieron a Rossi (casi 200 mil sufragios). Sobre todo porque los referentes territoriales de Nuevo Espacio Santafesino (la lista de Rodenas) son abiertos adversarios de Rossi.
Frente Progresista
El gobierno provincial quedó entrampado, como en 2015, en una elección de carácter nacional. Sin referencia fuera de Santa Fe, el Frente Progresista hizo una mala elección y cosechó apenas el 12% de los votos en la categoría de diputados. Dentro de la interna, la relación entre los dos precandidatos fue de 80/20 a favor del ministro Luis Contigiani contra la concejala rosarina María Eugenia Schmuck.
Contigiani explicó los resultados desde el bunker del Frente Progresista en Rosario: “Esperábamos terminar más arriba en estas elecciones marcadas por la dispersión del voto en más de 55 listas de precandidatos a diputados nacionales. Teniendo en cuenta la tendencia a la nacionalización de la campaña electoral, sobre todo en las grandes ciudades, sabíamos que iba a ser difícil. Nuestro plan es de menor a mayor; llegamos con lo justo en términos de instalación de candidatos, sobre todo en el caso de quien les habla. Reconozco que esperábamos estar más arriba; vamos a tener que redoblar”.
Para el Frente Progresista, y en particular para el gobernador Miguel Lifschitz, que se puso al frente de la campaña, el camino hacia las generales de octubre va a ser difícil. Las cifras bajas que obtuvieron los candidatos a concejales en Santa Fe y Rosario (Emilio Jatón y Pablo Javkin) reafirman que no se trató de una mala performance del candidato nacional (Contigiani) sino de una floja elección del partido de gobierno en su conjunto. “Se viene una elección totalmente distinta”, adelantó el candidato Contigiani.
Segundo y tercer pelotón
Los partidos donde participaron Jorge Boasso (Unite), Diego Guiliano (1 Proyecto Santafesino) y Amalia Granata (UNA-Partido Popular) fueron los más votados en la categoría de diputados nacionales después del PJ, Cambiemos y el Frente Progresista. Todos ellos pasan a las generales de octubre.
Del 7º al 9º puesto se ubicaron las fuerzas de izquierda. Ciudad Futura con Caren Tepp a la cabeza y el Frente Social y Popular, con Carlos del Frade, superaban –con más del 95% de las mesas escrutadas– los 50 mil votos. Ambos su ubicaban, a esa altura, al borde del umbral necesario para acceder a las generales. Algo detrás aparecía el precandidato del Frente de Izquierda y los Trabajadores, Octavio Crivaro, con casi 40 mil votos (2,1%).
Y eso que fueron (solo) primarias...
La provincia de Santa Fe tuvo el escrutinio más lento del país: recién a las 6 de la mañana del lunes se había alcanzado el 96% de las mesas escrutadas. Desde el inicio de la carga de datos se advirtió que Cambiemos y el PJ se despegaban de las otras fuerzas, pero a medida que avanzaba la noche la diferencia entre esos dos frentes se fue achicando cada vez más hasta que, al final, el justicialismo –en su conjunto– terminó arriba de Cambiemos por una diferencia más que exigua: 27,8 contra 27,1%.
Números muy bajos para todas las fuerzas y –aunque algunos celebraron más que otros, como Cantard y Rossi– también muy bajos teniendo en cuenta la compulsa candidato por candidato. Nadie alcanzó los 500 mil votos a nivel provincial y eso deja abierto, con final incierto, el capítulo de las elecciones generales.
De aquí a octubre, con este escenario tan parejo, es claro que habrá otro tipo de campaña.