Desde que hay registro (2009), el año pasado fue el peor año para las ventas de vino en el mercado interno. Pero 2017 viene batiendo el récord negativo. Entre enero y julio se lleva vendido un 4,25% menos que en el año pasado.
¿Cuánto resto queda? Habrá que ver cuando llegue el ajuste post electoral. Lo cierto es que los brotes verdes no llegan al consumo popular, como se refleja en las ventas de los comercios minoristas, los supermercados y shoppings, el tabaco y, también, el vino, al menos según los datos oficiales del Instituto Nacional del Vino.
Los meses invernales son los de mayor consumo del delicioso néctar. Sin embargo, en julio de este año las ventas apenas subieron un 2,37% respecto de igual mes de 2016, cuando se había registrado una estrepitosa caída del 14,22% respecto de 2015. Así, los últimos tres meses tuvieron guarismos positivos, pero están muy lejos de marcar un repunte. Actualmente, las ventas acumuladas desde enero a julio están un 4,25% por debajo de las de 2016 y un 14,01% abajo de 2015. Son cifras de ruina.
Para peor, agosto y septiembre de 2016 fueron meses extraordinarios en términos de ventas –fueron los dos únicos meses positivos en la comparación con 2015–, por lo que es esperable que la retracción se marque aún más en los meses por venir.