Contigiani quedó afuera de la disputa entre macrismo y kirchnerismo. Complejo panorama para el Frente Progresista. El efecto Massa y la estrategia de polarización de Cambiemos.
“A los santafesinos no nos van a correr con la grieta”. Ese era el vaticinio del candidato a diputado nacional del Frente Progresista Luis Contigiani en el inicio de la campaña para las primarias de agosto. Se equivocaba: aunque en cada provincia se juega un partido diferente, lo cierto es que la elección intermedia se nacionalizó. El presente macrista contra el pasado kirchnerista. En esa grieta cayeron las terceras opciones y Contigiani no fue la excepción.
Albor Cantard y Agustín Rossi protagonizan en Santa Fe una batalla que se repite en los principales distritos electorales, no en todos. El primero representa el presente y la esperanza; el segundo, el regreso a un pasado idílico: los 12 años kirchneristas. Contigiani abjura de ambos modelos con impugnaciones al ajuste macrista y a la corrupción K. Hasta ahora, ese discurso no le dio resultados.
El propio Albor Cantard quiere sacar de la cancha a Contigiani. El candidato macrista imagina un escenario de polarización con el peronismo en las elecciones del 22 de octubre: “Hay dos visiones de país muy diferentes que van a confrontar en un marco democrático y la gente va a respaldar el proyecto político de Cambiemos, que dio inicio a este cambio que estamos viviendo en el país”.
El “modelo Santa Fe”
Al grueso de los electores (en Santa Fe y en el resto del país) le importa muy poco cuántas bancas obtenga cada partido en la elección de diputados. La atención no está puesta en la composición del Congreso sino en el modelo para 2019. Cambiemos ya lanzó ese operativo. En el peronismo opositor esperan los resultados de octubre. No hay lugar para terceros.
El máximo error del Frente Progresista fue tratar de “alambrar” la provincia y separarla de la campaña nacional. El costo lo pagó el ministro de más alto perfil de la gestión de Miguel Lifschitz: como candidato, nunca logró construir un discurso superador de aquello que cuestionó.
Después de las Paso del 13 de agosto, esa línea se profundizó. Contigiani había iniciado su campaña con el intento de anteponer al debate macrismo o kirchnerismo los 25 años de gestión del socialismo en Rosario y los diez al frente de la provincia. En una campaña donde ya se discute la próxima elección, eso resultó letal para las aspiraciones del Frente Progresista y el centro del ring lo ocupan, como en las otras provincias centrales, solo Cambiemos y el PJ.
Contigiani ha profundizado su discurso y se define como la “única opción” que piensa solo en Santa Fe. Justamente, la falta de un proyecto nacional con el cual identificarse obtura casi por completo las posibilidades electorales del Frente Progresista.
La consigna del ministro de la Producción (“Santa Fe es un modelo de provincia a defender este 22 de octubre”) no encaja con lo que se discute en esta elección: el modelo de país a partir de 2019. En otros términos: los 12 años de kirchnerismo en contraste con los primeros dos años de Cambiemos.
Todas las expresiones de carácter provincial sin proyecto nacional –desde Sergio Massa en Buenos Aires a Unión por Córdoba del gobernador Schiaretti– cayeron en esa grieta hasta volverse opciones poco competitivas. Se vio en agosto y lo reiteran las últimas encuestas.
Pese a todo, Contigiani es optimista: “La de octubre será otra elección porque hay menos candidatos y más posibilidades de charlar con la gente, y es lo que estamos haciendo, transmitiendo todo lo que hemos hecho hasta aquí”.
La defensa del empleo
En un último esfuerzo por terciar en la compulsa de diputados, el ministro de la Producción decidió poner sobre la mesa su gestión en el Frente Progresista: “Si el dato a analizar por el votante es el trabajo, en la provincia de Santa Fe hemos estado presentes en 200 procedimientos de empresas en crisis defendiendo el empleo, llevamos adelante un Plan de Desarrollo Industrial para que las pymes creen nuevos puestos y un plan de obras públicas que no tiene antecedentes y que nos ayudó a mantener el empleo en la provincia cuando caía a nivel nacional”.
Ya te dije que no
Por segunda vez en el año, el socialismo descartó un frente con el PJ. Esta vez la idea la propuso Agustín Rossi: un frente opositor al gobierno de Mauricio Macri compuesto no solo por todas las vertientes del peronismo sino también por los espacios políticos que no comulgan con Cambiemos. Consultado por la propuesta, el gobernador Lifschitz la descartó de plano: “Nada que ver”.
Con esas tres palabras, Lifschitz despejó dudas respecto de la idea que había planteado Rossi. Lo mismo hizo el primer candidato a diputado nacional del Frente Progresista, Luis Contigiani: “El candidato del kirchnerismo, Agustín Rossi, nunca defendió a Santa Fe, ¿por qué lo haría ahora?”, se preguntó de modo retórico.
Es la segunda que el socialismo sale a desmentir rumores sobre un posible acuerdo con el PJ. La anterior fue a principios de año, cuando despuntaba la campaña y aún no se habían definido ni las alianzas ni los candidatos. En ese momento, fue el senador peronista del departamento San Lorenzo, Armando Traferri, quien sugirió la idea de un frente amplio opositor a Cambiemos. Aquella propuesta fue rechazada tanto por el PJ como por el socialismo.
Rossi volvió a la carga con la misma idea. En una entrevista con Rosario/12, el Chivo llamó a conformar “un gran frente opositor” para competir con Cambiemos, liderado por el justicialismo que es, a su entender, “el único espacio que le puede ganar a Cambiemos en Santa Fe”. Cuando le preguntaron a Lifschitz, la respuesta fue tajante: “Nada que ver”.