La primavera electoral terminó y el consumo de carne vacuna en los primeros nueve meses de 2017 fue de 4,66 kilos per cápita por mes en promedio, 1,98% arriba de igual período de 2016 pero 5,1% abajo de 2015. Es el tercer peor año desde el 2001.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna divulgó las cifras del consumo per cápita de carne vacuna correspondientes al tercer trimestre de este año. En estos primeros nueve de meses de 2017, el consumo per cápita de vaquita de los argentinos llegó a 4,66 kilos por cabeza. Como se sabe, la medición per cápita no distingue el reparto del consumo: si alguien comió 10 kilos y otro dos, el consumo per cápita da seis.
De todos modos, la cifra da una perspectiva de la situación del bolsillo popular o de la fuerza de una ola de vegetarianismo, según la interpretación que se adopte: nadie deja de consumir vaca, excepto por firme decisión voluntaria o por imposición de la baja del poder adquisitivo.
Como se puede ver, el consumo de carne vacuna mejoró respecto de 2016 en un 1,98%, después de que el año pasado cayera 6,95% en relación a 2015. Siete pasos para atrás y dos para adelante da como saldo que en este 2017 el consumo de tiritas y chinchus todavía esté un 5,1% abajo de 2015. Dicho de otro modo, comparando los tres primeros trimestres desde 2001, los peores años en el consumo de carne fueron el 2011, con 4,54 kilos per cápita promedio, el 2016, con 4,57 kilos y este 2017, con 4,66 kilos promedio en lo que va del año.