Desde noviembre de 2015 se perdió el 5,3% del trabajo registrado en el sector industrial, según el Ministerio de Trabajo. El dato más duro: por más que levante en otros sectores, en la industria no para de caer todos los meses.
La curva es lapidaria. Por más que en algunos sectores de la economía el trabajo registrado crezca –si bien todavía está un 1,1% por abajo de noviembre de 2015–, en el sector que mayor valor agregado genera, el sector que dinamiza al resto, que incorpora tecnología y tracciona a los demás, unas 66.057 personas perdieron sus puestos de trabajo registrados durante el nuevo modelo. Así lo informa el Ministerio de Trabajo en su último dato, correspondiente a julio de 2017.
La cifra puede parecer exigua si se la compara con los millones de habitantes de nuestro país. Sin embargo, representa una merma del 5,3% en el sector. No sólo es muchísimo en términos porcentuales: representa un salto atrás de siete años, devolviendo los niveles de trabajo registrado industrial a julio de 2010. Se perdió el 88,5% del trabajo registrado industrial creado entre enero de 2009 y noviembre de 2015, en menos de dos años.
A fines de 2014 ya se había producido una fuerte separación entre la curva de crecimiento del trabajo registrado en general y la curva de crecimiento del trabajo registrado industrial en particular. Pero a partir de noviembre de 2015 el desprendimiento es brutal. Mientras el trabajo registrado se recuperó –en parte, ya que nunca volvió a niveles perdidos– desde julio de 2016, el trabajo industrial siguió cayendo sin detenerse, con apenas un respiro entre enero y marzo de 2017, para luego caer aún más abruptamente.