El Instituto Nacional del Vino divulgó los datos de ventas para mercado interno de agosto, que muestran una caída del 7,65% respecto de igual mes de 2016. Se trata del peor agosto en el rubro en el marco del peor año desde que hay registro.
El modelo Cambiemos sigue su rauda marcha de apriete del bolsillo popular, tal como queda evidenciado en la mayoría de los consumos sensibles al grosor (o no) de la billetera. El vino pasó su peor año en 2016 acaso esperando un 2017 mejor. Pero resulta que es peor todavía y va camino –acaso de manera irreversible– a superar el récord negativo del año pasado, constituyéndose en el peor año desde que hay registro (2009).
Puntualmente, en agosto las ventas cayeron 7,65% respecto de 2016, quebrando una rachita de tres meses positivos (los únicos de 2017) respecto de 2016. Las ventas acumuladas de enero a agosto está 4,75% por abajo de 2016 y un 12,56% abajo de 2015. Como dato simbólico, es la primera vez que las ventas a agosto están por debajo de los seis millones de hectolitros: 5.845.984 es la cifra. Luego vienen 2016, con 6.137.695 hectolitros de vino vendidos entre enero y agosto.