El modelo Cambiemos no da resultados en lo que refiere a creación de empleo y, mucho menos, aquel que se califica como "de calidad". Desde el cambio de gobierno 66.371 personas perdieron sus empleos privados en blanco.
Para que el desempleo no crezca, se calcula que, más o menos, el empleo tiene que crecer un 1% por año. Si no crece, el desempleo aumenta pues todos los años se suma un contingente nuevo y cada vez más grande de jóvenes que buscan trabajo. Durante la gestión de Cambiemos no sólo no creció el empleo, sino que se destruyó. Sobre todo en el sector privado. Los datos oficiales sobre el empleo privado registrado, el famoso "empleo de calidad" al que suele referir el presidente Mauricio Macri, así lo indican.
En su peor momento, julio de 2016, la destrucción de trabajo registrado privado llegó a 131.415 personas. En su mejor momento, marzo de 2017, "apenas" perdieron su trabajo en blanco 19.137 personas. El último dato, junio de 2017, muestra que la pérdida de trabajos registrados es de 66.371. Tras casi dos años de gestión, Cambiemos no puede mostrar siquiera haber recuperado lo perdido desde que en diciembre de 2015 tomó las riendas del país.
En lo que va del gobierno macrista se perdió el 1,05% del empleo registrado que había en noviembre de 2015; como mínimo tendría que haber subido un 2% sólo para mantenerse estable en relación con el crecimiento vegetativo de la población.
Considerando los rubros que más empleo privado registrado generan –la industria y el comercio–, el que más rápido indica una reactivación –la construcción– y el que generan las actividades que mayor beneficio impositivo recibieron durante el actual gobierno –el campo y la minería–, todos los resultados son malos o muy malos. La industria lleva perdido el 5,3% del empleo registrado que había en noviembre de 2015. Tomando el mismo mes de referencia, el campo y la minería perdieron el 2,2% y la construcción el 1,9%. Sólo el comercio y la hotelería, sumados, tienen un saldo positivo, de apenas el 0,9%.