En el marco de una conciliación obligatoria, el lunes se reunieron en Rosario representantes de Unilever, autoridades políticas y trabajadores para revisar los 65 despidos en la planta de Villa Gobernador Gálvez. La firma transnacional no cede.
En la sede de Rosario del Ministerio de Trabajo de la provincia se intentó el lunes 30 llegar a una solución satisfactoria en el marco del conflicto por los 65 despidos que quiere realizar Unilever en su jabonera de Villa Gobernador Gálvez. Desde Trabajo se instó a la revisión de la postura tomada por la empresa, y se propuso conformar una comisión integrada por representantes de esa cartera, del Ministerio de la Producción, representantes gremiales, de la legislatura provincial y el municipio de Villa Gobernador Gálvez, con el fin de alcanzar una solución. Sin embargo, la la empresa ratificó su postura a pesar de los pedidos realizados por parte de los trabajadores y las entidades gremiales.
Junto a los trabajadores y sus representantes gremiales, en el encuentro estuvieron, entre otras autoridades políticas, el secretario de Trabajo, Leonardo Panozzo; la directora de la Regional Rosario, María Belluccia; de Relaciones Laborales, Mario Gaggioli; y de Asuntos Gremiales, Omar Bouvier. Estuvieron presentes también el senador departamental Miguel Cappiello, el diputado provincial Carlos Del Frade y el secretario de Gobierno de Villa Gobernador Gálvez, Esteban Lenci.
El lunes 13 de noviembre a las 12.00 continuarán las tratativas, en una nueva reunión que se realizará en la dirección Regional Rosario del Ministerio de Trabajo.
Cabe recordar que el conflicto laboral se inició tras las denuncias por el cierre de las puertas de la planta y la comunicación por parte de la empresa a representantes gremiales del despido de 65 trabajadores. En ese marco, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social dictó el pasado 24 de octubre la conciliación obligatoria por un plazo de 15 días hábiles.
La empresa le había avisado a los trabajadores que iban a posponer la producción por desinfección, pero el lunes 23 de les comunicó a los representantes gremiales la idea de reestructurar la planta. Andrés Quisama, secretario adjunto del Sindicato de Jaboneros, sostuvo que “la empresa está haciendo uso y abuso del poder. Es una empresa que vende millones, no tiene problemas económicos y no pudo fundamentar el por qué de los despidos”.