El Indec publicó sus cifras del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Con la suba de octubre, de 1,5% en el nivel nacional y 1,3% en el Gran Buenos Aires (la serie histórica), la inflación ya roza lo que se había planteado como tope el Banco Central.
Mientras la fiesta de Lebacs continúa con el objetivo de mantener el dólar planchado, la inflación no cede. Parece que la política de metas del Banco Central no estaría dando demasiado resultados. Una proyección optimista ubicaría el alza de los precios a diciembre en un 22%, sin considerar la profundidad de la distorsión en el IPC respecto de cómo pondera a los combustibles y a los servicios, cuya incidencia sobre la canasta básica es infinitamente superior respecto del tiempo en que se encontraban subsidiados.
Así, las alzas en "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles" todavía hoy representan apenas el 8% de la canasta para calcular la inflación. Dicho en otros términos, el Indec todavía supone que un argentino apenas gasta 8 de cada 100 pesos por mes en esos rubros. Puestos en cifras de un buen salario: 1.600 pesos de cada 20.000. Como es sabido, con ese dinero alcanza y sobra para pagar el alquiler, la luz, el agua, el gas y la barbería de Guillermo Moreno también.
Inflación: por qué hoy el Indec miente mucho más que con Moreno
Sea como fuere, la inflación acumulada hasta octubre es de 19,4% (nacional) o 19,5% (serie histórica, de Gran Buenos Aires). No se revela mayor impacto de la suba de las naftas, probablemente se compute en noviembre. En términos interanuales, la serie histórica marca un 22,9% de inflación en los últimos 12 meses. De mantenerse las cifras actuales en noviembre y diciembre, puede ser que 2017 cierre en esta cifra, no tan distante de 2015, con el altísimo precio del ajuste y el retorno a la timba financiera.
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