La apuesta del Centro Cultural y Social El Birri es que se active la Mesa de Gestión Conjunta con la Municipalidad, para que así se destinen mayores recursos para mejoras en la Estación Mitre. Desde 2013 la Mesa están en funcionamiento, hubo varias reuniones y se avanzaron en múltiples definiciones y proyectos, pero todavía falta el dinero.
Pero antes, después y también en el futuro está el trabajo autogestivo de El Birri. Y el dinero que gestionó y utilizó para mejorar el lugar.
La sala de popular de teatro, con acondicionamiento termo acústico, el hall, los baños, las luces y el sonido nuevos, el foyer, la sala de ensayos múltiples, en proceso de ejecución y los futuros trabajos de la biblioteca popular. Por medio de la autogestión, el Centro Cultural y Social El Birri tradujo en dinero su amor por la Estación Mitre, su historia de trabajo, su aporte al barrio y su lugar como usina de arte en la ciudad.
En 2008 comenzaron las inversiones. Están orgullosos por lo logrado: “espacios que garantizan el desarrollo de talleres artísticos, el entrenamiento de grupos independientes, los espacios de educación popular de la Escuela de Carnaval y los ciclos de circo y teatro”. En El Birri, también, funcionan diferentes emprendimientos, se hacen reuniones de las instituciones la zona, se abren espacios para espectáculos invitados de todo tipo y paraje del mundo, se celebran festivales masivos, recitales.
¿Cuál es la cifra, quién lo pagó? A precios corrientes, en una suma simple de cada peso desde 2008 a 2017, gestionaron $1.194.014. Pero cien pesos en 2008 valían otra cosa. Con los valores actualizados según el Índice del Costo de la Construcción, significan $2.728.037. Son casi tres millones de pesos de hoy para un lugar que, en la puerta de San Lorenzo, también es una referencia territorial.
Hubo cuatro fuentes de financiamiento: una parte provino del Instituto Nacional del Teatro, otra del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia, la mayor es del Fondo Nacional de las Artes, con $700.000. Y $89.627 fueron invertidos por lo propio producido por El Birri, puesto para mejorar el lugar. Los mismos hacedores de El Birri ponen tiempo, trabajo, para la parte contante y sonante de la institución: proveer infraestructura útil y apta, sostener el edificio de la Estación Mitre.
El dinero que recibieron fue bien invertido. “Gracias a esta historia de trabajo y organización compartida es que, a pesar de la política de abandono de la ex-estación por parte de los gobiernos, hoy podemos enorgullecernos de nuestra Sala Popular de Teatro y del Hall Central acondicionado para acrobacia aérea”, expresan en su web.