Bajo la consigna "no es reforma, es ajuste", el movimiento obrero organizado se movilizó el miércoles 29 de noviembre al Congreso de la Nación contra las reformas propuestas por el macrismo.
Aunque horas después el Senado finalmente diera media sanción a la reforma previsional, Claudio Girardi, dirigente de La Bancaria y de La Corriente Federal de los Trabajadores de la CGT, en diálogo con Pausa en el Aire, se había mostrado optimista con la masiva marcha y con la unidad del gremialismo. "No todo está perdido, somos muchos los que estamos peleando y eso gratifica. No somos iguales, pero buscamos un camino en común; si somos más tolerantes y entendemos porqué el otro no piensa como nosotros, vamos a poder construir un futuro mucho mejor, no nos tiene que juntar el espanto".
"Estoy muy contento en lo personal porque soy uno de los cuantos dirigentes que hemos creído en el Movimiento Obrero Santafesino. La base de lo de hoy tiene mucho que ver con lo que pasó en Santa Fe. Hace tres años comenzamos a hablar CTA Y CGT" Girardi La Bancaria @CFTArgentina
— Periódico Pausa (@PeriodicoPausa) 30 de noviembre de 2017
-¿Cómo fue el diálogo para volver a establecer esa relación entre el movimiento obrero organizado y los movimientos sociales?
-Son pasos de tolerancia. Yo organicé la ida de muchas organizaciones de CGT que no tienen recursos y de compañeros de la Corriente Clasista y Combativa y la CTP. Construimos confianza. Y no hay que engañarse, no somos lo mismo. Pero buscamos un camino popular común, que le sirva a los sectores populares y a la patria, el que busque otra cosa se va a equivocar, y esta construcción hay que cuidarla.
-¿Fue una apretada el pacto fiscal que tuvieron que firmar los gobernadores con Nación?
-En un país presidencialista como el nuestro, quien tiene la billetera y el poder para disciplinar, es el presidente de la Nación, por lo tanto quien tiene la condición de imponer es el presidente, no los gobernadores. El pacto fiscal se lleva 100 mil millones de pesos de la Anses y 20 mil millones de pesos del Banco Nación, el 22% de su capital. Pone en riesgo dos entes sumamente importantes, uno es el sistema previsional argentino y otro es la nave insignia del sistema financiero, el banco público más grande que quedo después de las privatizaciones de los 90. Entonces, ¿quién tiene más responsabilidad? ¿El presidente o los gobernadores? Y no hay ninguna duda: la presidencia de la Nación. Por eso nosotros estamos planteando que fue un pacto de apriete y que nos hubiera gustado que los gobernadores actúen de otra forma.
-¿Cuáles creen que van a ser las repercusiones de esta marcha?
-Creo que hubo muchos mensajes. Primero, a los compañeros que no estuvieron y me parece que se equivocaron, un llamamiento para que se sumen a este espacio de la Confederación General del Trabajo a nivel nacional. Segundo, al gobierno nacional, diciéndoles "basta de ajustes, acá estamos"; y tercero, a los legisladores, que si se les ocurre sacarles el plato de comida a los jubilados, vamos a decir quiénes son, porque este cambio de fórmula en las jubilaciones no es joda, son casi $400 menos, es sacarles el plato de comida los dos últimos días del mes. Entonces, si son tan corajudos con los jubilados y fueron tan cobardes cuando se sentaron y les pagaron a los fondos buitres, creo que los dirigentes gremiales estamos obligados a decir quiénes son cuando van a pedir el voto popular, porque a los dirigentes de la oposición no los pusimos ahí para que vayan a avalar cualquier cosa, están para cuidar el sistema democrático y no dejar que le roben el plato de comida a los jubilados. Para ellos $300 es una propina que dejan en un restaurante, para un jubilado son los platos de comida de los dos últimos días del mes. Si hacen eso, el pueblo se va a enterar quienes son.