Durante el período electoral se insufló una buena bola de dinero para apaciguar los efectos del ajuste. Sin embargo, pasó octubre y los despachos de cemento –un indicador de la construcción y la obra pública– no llegaron a los niveles de 2015.
Es un muy buen año el 2017 para los despachos de cemento, sobre todo si se lo compara con 2016, que fue tan bajo que hay que remontarse hasta 2012 para encontrar un año con menos despachos. En general, los años impares, con elecciones, son dispendiosos en materia de obra pública; la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland así lo refleja en sus cifras.
Octubre de 2017 fue el mejor octubre desde que hay registro. Los despachos acumulados desde enero superan en un 11,98% a los de 2016. Sin embargo, todavía están un 2,59% abajo de los acumulados de 2015 y, parece una obviedad, octubre ya pasó. Es decir: pasaron las elecciones.
¿Cómo cerrará entonces 2017? ¿Llegará a superar a 2015, volviéndose el año con mayor cantidad de despachos de cemento en términos absolutos? ¿O ya se iniciará el declive que parece venir anunciado en el ajuste presupuestario de 2018? En el mes que viene habrá una respuesta.