El Indec registró una nueva baja de la utilización de la capacidad instalada industrial, el indicador que mide cuántas maquinarias se ponen en funcionamiento para producir. Más de un tercio de los fierros están apagados.
La utilización de la capacidad instalada (UCI) es una pintura de qué es lo que sucede con el desarrollo industrial. Si anda bien, es alta. Si anda mal, es baja. Y desde hace mucho, mucho tiempo que ni siquiera supera el 70%. La última vez que llegó a ese nivel fue en octubre de 2015 (71,4%). Luego siempre estuvo por debajo o muy por debajo: en febrero de 2017 llegó a un piso del 60%, un nivel que no se veía desde los tiempos de la gran crisis de 2001.
En septiembre, último dato producido por el Indec, la UCI marcó 66,3%. O sea: al menos un tercio de la maquinaria industrial, en promedio, está parada. Eso indica dos cosas: que no hay quien compre manufactura y que –al menos en los sectores más afectados– no hay ninguna razón para realizar nuevas inversiones. Es más lógico poner a andar las máquina que ya están, pero apagadas.
Sector por sector, el Indec señala que "los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son: refinación del petróleo (85,7%), papel y cartón (82,5%), industrias metálicas básicas (81,0%), productos del tabaco (77,3%), productos minerales no metálicos (74,7%) y productos textiles (68,3%). Por otra parte, los bloques sectoriales que se ubican por debajo del nivel general de la industria son: sustancias y productos químicos (64,0%), productos alimenticios y bebidas (63,8%), edición e impresión (63,0%), la industria automotriz (57,1%), productos de caucho y plástico (56,9%) y la metalmecánica excepto automotores (54,7%)".
Comparando el promedio, hubo una baja de la UCI de un punto: 67,3% en agosto (el nivel más alto del año) a 66,3% en septiembre. Habrá que esperar al verano para conocer los datos de noviembre y diciembre, cuando impacten los nuevos aumentos de tarifas. Desde otra perspectiva, el Indec señala una mejora interanual: en septiembre de 2016 la UCI fue de 63,9%.
La demolición del trabajo registrado industrial, clave de la flexibilización
El Indec destaca en su reporte el impacto que tuvo el cierre de las exportaciones de biodiésel a Estados Unidos y le dedica un párrafo completo a la caída interanual en las manufacturas de Alimentos y Bebidas (63,8% en 2017 contra 65,7% en 2016), aunque no brinda razones sobre la merma.
Para destacar, si bien no se le dedica un análisis en el reporte: el sector de Edición e Impresión, que pasa por un momento horrible en toda su cadena, tuvo su segundo mejor mes desde enero de 2016, con la paupérrima utilización del 63% de su maquinaria. El mejor del nuevo período había sido junio de 2017, con 63,1%