Sangría de dólares: record total de déficit en el comercio exterior

Argentina llegó a los 13 meses corridos de déficit en el comercio exterior (se importa más de lo que se exporta) y al récord histórico de rojo en (menos de) un año: 7.656 millones de dólares para atrás. Supera al recorte en la seguridad social.

Serían unos 37 mil millones de pesos más que lo que representa el recorte de 100 mil millones de pesos en la seguridad social para el año que viene. Eso es lo que entre enero y noviembre perdió el país como saldo de lo que se exportó y lo que se importó: 7.656 millones de dólares. Sólo en noviembre, el rojo del comercio exterior llegó a 1.541 millones de dólares, el más alto del año.

En los primeros once meses de 2017, las exportaciones subieron un 1,2% y las importaciones un 19,9% respecto de igual período de 2016. El resultado es palmario: no hay registro de 1910 de un resultado tan negativo en las cuentas del comercio exterior, de una cifra de pérdida de dólares para el país tan abultada.

Si fuera una empresa, estaría recontra fundida. El modelo de "supermercado del mundo" de suerte que es apenas el granero del mundo o, quizá, la chacrita con baranda a chiquero. La comparación cae sola: el promedio anual entre 2003 y 2015 en el comercio exterior es favorable en 9.708 millones de dólares. Sólo 2015 fue negativo en este crucial aspecto macroeconómico. El año pasado, 2016, fue positivo en apenas 1.968 millones de dólares (sólo supera a 2013, dentro del período mencionado). Y 2017 seguramente terminará rondando los 9 mil millones de dólares, pero en rojo. El último déficit comercial tan voluminoso había sido el de 1994, con 5.751 millones de dólares para atrás.

El déficit no se explica por un proceso de modernización (importación de bienes de capital) sino de sustitución de la producción local por importada. Es decir, no sólo se pierden dólares sino que además se destruye el tejido industrial local. Si bien la importación de bienes de capital subió un 17,3% en cantidad, respecto del año pasado, las de bienes de consumo subieron un 17% y las transportes de pasajeros un ¡43,1%!