Quizás el año que pasó sea recordado por los trabajadores de prensa como uno de los más difíciles para el ejercicio de la profesión en las últimas décadas. Si bien desde la llegada del nuevo gobierno habían comenzado los reacomodamientos, achiques y cierres de medios privados, el proceso se profundizó durante los últimos meses. No solamente hubo despidos por cierre de empresas sino también resonantes expulsiones por censura.
El Diario de Paraná, perteneciente a la familia del ministro nacional de Agroindustra Luis Miguel Etchevere, está en estado terminal y sus empleados pasaron una Navidad con incertidumbres.
La crisis financiera de los medios del Grupo Indalo (C5N, Radio 10, Vale, One y Mega) generó retrasos en los pagos de haberes y aportes jubilatorios. También fueron famosos los despidos de Víctor Hugo Morales y Roberto Navarro del canal de noticias perteneciente al holding ex propiedad del empresario Cristóbal López.
La agencia de noticias DyN (creada en 1982 por los diarios Clarín y La Nación) fue cerrada y dejó unos 100 empleados en la calle. Radio Rivadavia entró en quiebra y dejó sin sueldo y con inestabilidad laboral a sus trabajadores. Caso similar sucedió con Radio del Plata y Vorterix, donde también hubo despidos.
Página/12 denunció un ahogo financiero a partir de la reducción de la pauta oficial y el apriete a sus periodistas, como Horacio Verbitsky, quien dejó su empleo luego de publicar la lista de funcionarios y familiares del presidente que participaron del blanqueo de capitales.