Docentes, investigadoras y hablantes nativos wichí trabajaron en conjunto en un libro dirigido a niños que retoma saberes de su pueblo.
Una de las consecuencias del exterminio aborigen fue la pérdida masiva de los rastros de sus canciones, sus historias, costumbres y de su lengua. Con cierto grado de paradoja, ahora son las formas occidentales las que sirven para intentar reponer algo de esa cultura que se intentó anular.
Fue así que un grupo interdisciplniario formado con investigadoras del CONICET y hablantes nativos crearon la primera colección de libros infantiles en wichí, dialecto de la familia de lenguas mataco-guaicurú, presentes en mayormente en Formosa, Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero y Salta. Esta familia de 12 dialectos es la que más hablantes reúne actualmente entre las lenguas aborígenes, llegando a unos 100 mil.
La obra se presentó en la Universidad Nacional de Formosa y tiene por objetivo incrementar la presencia y el uso escrito del wichí, que tiene unos 40 mil hablantes aportados mayormente por formoseños y salteños: “Es una de las lenguas indígenas mejor preservadas y, a diferencia de otras, está viva desde edades muy tempranas en los niños. Muchos de ellos sólo hablan wichí hasta que se escolarizan pero, como no hay circulación escrita, quedan en desventaja cuando ingresan al sistema educativo. Estos libros vienen a llenar ese vacío”, dice Andrea Taverna, investigadora adjunta del CONICET en el Instituto de Estudios Sociales y Humanos. “Los libros surgen como resultado de una estrecha colaboración del ámbito científico y el comunitario. Si bien son parte de un trabajo de investigación, fueron creados con la participación de Maestros Especiales Modalidad Aborigen (MEMA)”, agregó. Además de Taverna, la becaria doctoral María Celeste Baiocchi y las docentes Aurelia Pérez y Élida María Pérez figuran como las autoras de este trabajo.
Esta publicación consta de cinco volúmenes y se titula Hunhat Iheley (Habitantes de la tierra). En cada uno, se presenta a las categorías nativas identificadas por los investigadores que estudian la lengua wichí: Hal’o (Árboles y arbustos), Laloy (Animales domésticos), Tshotoy (Animales de monte), Tshotoy fwiy’ohen (Animales de aire) y Tshotoy inot lheley (Animales de agua).
Aunque la tirada impresa está especialmente dirigida a niños de las comunidades wichís, se pueden descargar libremente acá:
Mar del Plata, 18 de setiembre de 2024
Estimados:
Un enorme gusto encontrar este sitio de divulgaciòn e informaciòn. Agradecerìa, si es que todavìa estàn disponibles, se sirvan informarme si los libros de la Dra. Andrea Taverna sobre los cuentos infantiles Wichi -y cuyos enlaces Vds. ofrecen en este sitio (pero que no funcionan)- pueden ser rescatados de algùn sitio afìn a esta publicaciòn.
Sin otro particular y, agradeciendo de antemano la deferencia que descarto daràn a la presente, los saluda muy atentamente
Guillermo de la Fuente - [email protected]