La crisis del mercado laboral parece no tener fin.
En septiembre de 2017 el Indec mostró su mejor guarismo de empleo en la era Cambiemos: 8,3% de desocupación. Para empardar esa cifra hay que atrasar hasta marzo de 2010. Y eso que pasó un año electoral. Sin embargo, el deterioro del mercado laboral se mantuvo: la comparación con el tercer trimestre de 2016 muestra que apenas hubo una baja del 0,2%, el propio Indec explica en su informe que “Comparando con el mismo trimestre del año anterior para el total de aglomerados, no se presentan diferencias en ninguno de los indicadores”.
La apertura de importaciones y los aumentos de tarifas impactaron sobre todo en el sector industrial. Despidos y suspensiones se volvieron moneda corriente en nuestra región, los casos de Sancor, General Motors, Agrana Fruit o Vassalli son apenas un exponente. Un nuevo ajuste en el Estado avanza de cara a 2018 a través del concepto de “dotación óptima” pergeñado por el ministro de Modernización Andrés Ibarra, con la justificación de reducir un déficit fiscal que se debe más a la reducción de impuestos y retenciones al capital concentrado que a otra cosa.
Los datos sobre la involución en la cantidad de trabajadores registrados muestran no sólo la precarización de las relaciones laborales sino que, además, expresan las características del modelo económico. Pasados casi dos años, el Ministerio de Trabajo muestra que se han perdido 46.392 puestos registrados respecto de noviembre de 2015. Pero lo más significativo es la caída continua, prácticamente sin fin, del trabajo registrado industrial. Desde noviembre de 2015 cayó todos los meses, con la excepción de febrero de 2016, y marzo y octubre de 2017. Un desguace del sector se evidencia.
Las amenazas de congelamiento de paritarias a las ensambladoras de Tierra del Fuego, la represión en Pepsico o la toma de una de las plantas de impresión de Clarín, AGR, son los ejemplos de este proceso de desindustrialización. El atraso obliga a remontarse hasta julio de 2010 para ver una cifra equivalente de trabajadores industriales registrados a la del último dato, de septiembre de 2017.