El próximo miércoles 14 de febrero se cumplirán 30 años del femicidio de Alicia Muñiz, perpetrado por Carlos Monzón.
Como parte de las acciones camino al segundo Paro Internacional de Mujeres, el 8 de marzo, el movimiento de mujeres de Santa Fe, que tuvo su primera asamblea el pasado 7 de febrero, se manifestará en el monumento que Monzón aún tiene en la costanera local.
La convocatoria es para el miércoles 14, a las 19, y la consigna es llevar zapatos -preferentemente rojos- para dejar al pie de la figura del boxeador -un tipo de intervención que remite a las que realiza la artista mexicana Elina Chauvet-.
El objetivo es repudiar que dicho monumento aún se conserve en la ciudad, privilegiando así los logros de Monzón como deportista y no que haya sido agresivo con las mujeres que formaron parte de su vida, hasta el punto de convertirse en un femicida.
El monumento fue inaugurado en octubre en 1996, casi dos años después de la muerte del boxeador. Ni en ese momento ni cuando ocurrió el crimen, la violencia de género era un tema del cual se hablara o se tuviera conciencia social. De hecho la palabra femicidio ni siquiera estaba en el vocabulario, mucho menos como figura penal.
La sociedad santafesina sigue, aún hoy, sumida en la división entre quienes celebran, recuerdan y homenajean al campeón, ese que salió del barrio más humilde de San Javier y conquisto el mundo, y quienes ven al hombre que con su violencia y machismo está lejos de ser un referente. "El monumento es por sus logros deportivos", argumentan sus defensores, como si ganar una pelea fuera más importante que matar a una persona.