Fue aplaudido por un millar de ejecutivos financieros. Jair Bolsonaro, candidato para las presidenciales de 2018, propuso ametrallar desde un helicóptero la favela carioca Rocinha. Sus asesores trataron de deshacer el exabrupto y lo ratificaron.
Primero desde un helicóptero se tiran volantes y folletos, dándole seis horas a los delincuentes para entregarse y aleccionando la delación de los pobladores. Cumplido el plazo, si no se entregan los bandidos, se ametralla el barrio pobre desde el aire. Esta es la propuesta del precandidato presidencial brasileño y diputado federal del Partido Social Cristiano Jair Bolsonaro, pronunciada ante una platea de mil ejecutivos en un evento promovido por el banco BTG Pactual. Hubo aplausos.
La información fue publicada por el periodista Lauro Jardim en su blog de O Globo. "Simple e idiota" fueron los calificativos que Jardim le dio a la propuesta, a la que consideró "Un signo de la época". Pese a que luego Bolsonaro negó las declaraciones, su equipo de asesores lo dejo en off side al responder a Jardim que la propuesta sólo se refería al conflicto de septiembre del año pasado, cuando se desató una ola violencia por un conflicto entre narcotraficantes y fuerzas de seguridad.
Con la complicada situación judicial de Lula da Silva, Bolsonaro tiene chances ciertas de convertirse en presidente. Defensor de la dictadura brasileña (1964-1985), el diputado es capitán de la reserva del Ejército e integra un partido pequeño pero con gran proyección. Tiene diez de 513 diputados, uno de los 81 senadores, dos de los 5.556 alcaldes y un gobernador entre 28, pero sus chances de establecer alianzas partidarias y su imagen de candidato outsider antipolítico lo ponen en la pole position.
Entre otras bestialidades, Bolsonaro propone para Brasil la libre portación de armas a lo yanqui, aprovechando la angustia que genera la violencia urbana. Fue multado por declaraciones previas: ha dicho que "los afrodescendientes no hacen nada, creo que ni como reproductores sirven más" y le contestó a la política Maria do Rosário, del Partido de los Trabajadores, que "no merecía ser violada" porque es "muy fea".
Durante el proceso de destitución a Dilma Rousseff, Bolsonaro es el diputado que celebró "en memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el pavor de Rousseff", en referencia al jefe de Inteligencia de la dictadura. Poco tiempo después, la Justicia encontraría que Rousseff no cometió delito alguno en su función.
Por supuesto, Bolsonaro aborrece al movimiento LGBTIQ. "Sería incapaz de amar a un hijo homosexual", señaló y también agregó que preferiría que "muera en un accidente a que aparezca con un hombre con bigote por ahí". También hay para los pueblos originarios: se opone también a la entrega de tierras y se refiere a ellos como "indios hediondos, no educados y no hablantes de nuestra lengua".