El trabajo privado registrado recuperó los niveles de 2015

Pasaron 24 meses y, por fin, la cantidad de trabajadores registrados alcanzó la misma marca de 2015. La construcción fue el sector clave. La industria, el campo y la minería todavía no se recuperan. Fuerte contracción del mercado laboral.

El Ministerio de Trabajo informó que en noviembre de 2017 la cantidad de trabajadores registrados llegó a 6.277.220, superando así por primera vez el máximo de trabajadores registrados, alcanzado en noviembre de 2015 con 6.266.760. Esta diferencia del 0,16%, después de dos años, muestra la fuerte contracción del mercado laboral: sólo para que se mantenga su crecimiento vegetativo, acompañando al aumento de la población, la cantidad de trabajadores registrados debe crecer anualmente un 1%.

Por otro lado, los datos permiten observar cambios en la estructura económica del país, tanto como la incidencia de las política públicas en el sector que más dinamizó al empleo en 2016, la construcción. En primer lugar, es notoria la caída vertical del empleo industrial, que ya venía amesetado desde 2012 pero que a partir del nuevo modelo redujo en un 5,3% su plantel de trabajadores privados registrados. En segundo lugar, la quita de retenciones no significó ningún aliciente para la creación de nuevos puestos de trabajo: tanto en la minería como en el campo se vienen destruyendo puestos desde noviembre de 2015 a la fecha. En tercer lugar, fue clara la incidencia de la obra pública –que se ejecuta a través de empresas privadas– y, tal vez, de los créditos hipotecarios –que no son para construcción, sino para compra de vivienda construida– en la suba del empleo registrado en la construcción. Sólo en 2017, la cantidad de trabajadores en blanco de ese sector subió 10,3%, logrando así superar, con creces, la crisis de 2016: así se revela en la comparación con noviembre de 2015, ya que la diferencia positiva apenas alcanza el 2,8%.

En el verano se producen la suba estacional del empleo registrado, para iniciar luego su declive cerca de marzo y abril. Habrá que ver cómo evoluciona este dato duro en un año sin la billetera electoral y con nuevos latigazos tarifarios.