Betsy DeVos, la secretaria de Educación de Estados Unidos, consideró razonable que los profesores lleven armas a la escuela en función de reprimir las masacres que los estudiantes perpetran con armas automáticas.
A medida que pasan los años, Estados Unidos va tornando obsoletas las distopías de Kurt Vonnegut o las comedias sarcásticas como Idiocracia. La última dosis de lisergia política proviene de lo que sería el Ministerio de Educación yanqui, en una reflexión sobre la última masacre escolar, en Florida. Su titular, Betsy DeVos, consideró razonable que los profesores tengan "la oportunidad y la opción" de ir enfierrados al aula, cosa de poder zampar un corchazo al púber cuando sea preciso.
La declaración se produjo por vía radial. Ante la pregunta de si armar a los docentes podría resolver el problema de las masacres, DeVos delegó la responsabilidad en lo que decida cada estado (provincia) de Estados Unidos, alegando que cada uno de ellos "claramente tiene la oportunidad y la opción" de permitir a los profesores la portación de armas en los campus.
"Esta es una cuestión muy importante para todos los estados, que tienen que encarar de frente", dijo DeVos. "Creo que necesita ser parte de una discusión más amplia y robusta sobre cómo poder evitar estas situaciones en el futuro, y sobre cómo podemos asegurar que cuando un niño vaya a la escuela en la mañana, vaya a un ambiente seguro y enriquecedor", se explayó la psicópata.
Las posición del gobierno norteamericano se expresó el 15 de febrero, apenas un día después de la masacre en la secundaria Stoneman Douglas, de Florida, donde murieron acribillados 17 pibes. Fue la decimoctava masacre armada escolar en lo que va del año.
DeVos ya había cobrado notoriedad cuando, ante el Senado de Estados Unidos, explicó que apoyaba que hubiera armas en las escuelas para prevenir el ataque de osos grizzly.
Para el caso, ya hay ocho estados en los que los docentes están habilitados a llevar el bufo a la clase. Es más, después de la masacre de Florida, los legisladores republicanos del estado comenzaron a discutir la legalización de la portación de armas en la escuela, tal como DeVos incentivó.