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El Indec difundió que la inflación de febrero es de 2,4%. ¿Cuánto poder adquisitivo ya perdieron los jubilados y cuánto perderán gracias a la reforma previsional? ¿Qué pasará con las paritarias que queden clavadas en el 15%?
En febrero la inflación fue del 2,4%, por lo que en el primer bimestre del año el alza de precios alcanza un 4,2%. En términos anuales, la suba de precios es del 25,4%. La meta de inflación anual del 15% se revela otra vez más como una ilusión, por lo que cualquier paritaria que quede clavada en el 15% y sin cláusula gatillo perderá ante la inflación por goleada.
El efecto en el consumo y la calidad de vida de la población será (está siendo) directo. Quizá entonces, con el costo de los bolsillos angustiados por falta de demanda solvente, las subas de precios se detengan un poco. Quizá no: todavía falta que impacten más tarifazos, subas en los combustibles, en los transportes y, también, la suba más temida de todas, la del dólar.
#DatoINDEC
Los precios al consumidor (#IPC) en la Argentina subieron 2,4% en febrero de 2018 respecto del mes anterior y 25,4% interanual https://t.co/0GIb0BjdDg pic.twitter.com/146bFKRH0s— INDEC Argentina (@INDECArgentina) 14 de marzo de 2018
Los aumentos de precios más significativos en febrero se dieron en Comunicación (9,1%), transporte (4,5%) y alquileres y servicios (3,8%). En el dato anualizado, alquileres y servicios es el rubro con el alza más marcada (52,5% en un año). Luego viene comunicación con el 39%. Según el Indec, en los últimos doce meses los alimentos y bebidas subieron apenas un 21,7%.
La pérdida de los viejos, los pobres y los veteranos
Los últimos aumentos que percibieron jubilados, pensionados y perceptores de asignaciones fueron en septiembre de 2017 (13,32%) y en marzo de este año (5,71%).
Con la suba de septiembre se había compensado inflación pasada y, encima, se la había superado en cinco puntos. Los aumentos por la Ley de Movilidad de 2009, todavía vigente, le habían ganado otra vez a la inflación.
Sin embargo, esa diferencia se esfumó rápidamente. Para enero, el alza de precios desde ese último aumento con la ley de 2009 marcó un 10,07%. Es decir, ya se había concretado un pérdida del poder adquisitivo de 5,07%. Con la inflación de febrero, esa pérdida de poder adquisitivo alcanzó un pico de 7,71%.
El aumento salarial de marzo (y sin contar la inflación propia de marzo, que no está computada) apenas redujo la pérdida de poder adquisitivo de -7,71% a -2% exactos.
Llegó tarde el aumento para unas 17 millones de personas que reciben dinero de la seguridad social. No llegó siquiera a paliar lo perdido. Y todavía falta que sigan perdiendo por toda la inflación de marzo mismo, de abril y de mayo. Recién entonces llegará el aumento de junio. ¿Será apenas una nueva reducción de la pérdida de poder adquisitivo o alcanzará para aunque sea para el empate? Como sea, se habrá llegado entonces a los seis meses limpios de bolsillo para atrás. Y con este ritmo de aumentos, difícilmente lleguen al empate.
