Dicen que el ministro de Finanzas Luis Caputo se está blindando para el resto del año: en un bimestre el gobierno tomó 17.573 millones de dólares de deuda. Es mucho más que los 12 mil millones que se le pagaron a los fondos buitre, hace dos años.
El 16 de marzo, pero de 2016, la Cámara de Diputados de la Nación le daba media sanción al pago a los fondos buitre, 12 mil millones de una sola vez, taca taca nunca checonato. A partir de ahí, se abrieron las puertas a un proceso de endeudamiento externo rápido y violento. Como muestra basta un botón: en los primeros dos meses de 2018 el gobierno tomó deuda por 17.573 millones de dólares, 11.728 millones en enero y 5.845 millones en febrero, según los datos del Observatorio de Deuda.
Todo lo que podés hacer con 11.728 millones de dólares (de deuda)
Ninguno de esos dólares se traducen en obras o algo así, sino que financian el déficit en el comercio exterior, la venta de dólares para turismo, el déficit mismo del funcionamiento del Estado, los dólares que se perdieron en la bicicleta financiera de las Lebacs y otras timbas, que se fugaron, o el pago de deuda externa ya contraída. Este último punto es crucial ya que Argentina tiene afrontar sólo en 2018 el pago de 62.363 millones de dólares de deuda vieja. Todo indica, entonces, que seguramente se generará aun mucha más deuda.
Un perro que se muerde la cola por la eternidad: esa espiral es tenebrosa e idiota, tanto como el costo de pagar deuda con deuda. De los 62.363 millones de dólares que vencen en 2018, 37.477 millones corresponden a deuda tomada en 2017 y 4.497 millones a deuda tomada en ¡2018! Básicamente, más de las dos terceras partes de la deuda que tiene que pagar el país este año se tomó durante la era Cambiemos.