Al menos cinco proyectos para legalizar el derecho al aborto comenzarán a ser analizados, discutidos y debatidos en los próximos días en el Congreso. Hoy, mientras tanto, en diversas ciudades del país, se realizan manifestaciones de los sectores que están en contra de que este tipo de normativas se aprueben.
Las investigaciones que dan cuenta de la necesidad de legislar sobre el aborto, dan cada vez más cuerpo y fundamento a la consigna "aborto legal para no morir". El debate, entonces, debe correrse de eje: no es "aborto si o aborto no". Se trata, simplemente (aunque de simple no tiene nada), de aborto legal o aborto clandestino.
La prohibición legal no disminuye la tasa de abortos, sólo los hace más peligrosos. Esta es una de las conclusiones del informe Abortion Worldwide 2017: Uneven Progress and Unequal Access (Guía mundial del aborto 2017: progreso y acceso desigual) del Instituto Guttmacher, una ong que desde hace 50 años realiza investigación en ciencias sociales, análisis de políticas y educación pública sobre salud sexual y reproductiva.
En el documento se da cuenta de la información más reciente sobre la incidencia del aborto y los embarazos no deseados en todo el mundo, así como las tendencias desde 1990. Documenta las barreras que enfrentan las mujeres para prevenir embarazos no deseados y obtener abortos seguros, y los impactos del aborto inseguro en el bienestar de las mujeres.
Los resultados del informe son contundentes: "Las tasas de aborto son similares en países donde el aborto es altamente restringido y ampliamente legal: la tasa de aborto es de 37 por cada 1,000 mujeres en países donde el aborto está prohibido o permitido solo para salvar la vida de la mujer embarazada, y 34 por 1,000 mujeres en países donde el aborto no está restringido en cuanto a la razón. Las restricciones legales no eliminan el aborto. Por el contrario, aumentan la probabilidad de que los abortos se hagan de manera insegura, ya que obligan a las mujeres a buscar procedimientos clandestinos".
Estos son algunos de los datos más relevantes:
- Las mujeres en las regiones en desarrollo tienen una mayor probabilidad de tener un aborto que las que viven en regiones desarrolladas: 36 versus 27 por 1,000.
- Entre 1990–1994 y 2010–2014, la tasa de aborto disminuyó marcadamente en las regiones desarrolladas —de 46 a 27 por 1,000— pero permaneció prácticamente sin cambios en las regiones en desarrollo.
- A nivel mundial, la proporción de abortos que ocurren en las regiones en desarrollo aumentó de 76% a 88% entre los períodos de 1990–1994 y 2010–2014.
- Globalmente, el 25% del total de embarazos terminó en aborto en 2010–2014. Entre 1990–1994 y 2010–2014, la proporción de embarazos que terminaron en aborto disminuyó de 39% a 27% en los países desarrollados, mientras que aumentó de 21% a 24% en los países en desarrollo.
- De los 56 millones de abortos inducidos que tuvieron lugar cada año durante 2010–2014, se estima que 25 millones (45%) fueron inseguros. En total, 55% de los abortos cada año fueron seguros, 31% fueron menos seguros y 14% nada seguros.
- Según estimaciones recientes, por lo menos el 8% de las muertes maternas a nivel mundial se deben a abortos inseguros; al menos 22,800 mujeres mueren cada año debido a complicaciones de abortos inseguros.
- Casi todas las muertes relacionadas con el aborto ocurren en los países en desarrollo; el mayor número ocurre en África.
Tendencias regionales: América Latina
- En el período 2010–2014, cerca de uno de cuatro abortos en América Latina y el Caribe fue seguro. La mayoría (60%) de los procedimientos se ubican en la categoría de menos seguros.
- Anualmente, cerca de 760,000 mujeres en la región reciben tratamiento por complicaciones de abortos inseguros.
- En 2014, al menos 10% del total de muertes maternas (o 900 muertes) en América Latina y el Caribe se debieron a abortos inseguros.
Las mujeres que viven en condiciones de pobreza y en áreas rurales tienen mayor probabilidad de experimentar abortos inseguros y graves complicaciones derivadas de ellos.
Estigma y pobreza, combo mortal
No acceder a información ni poder hablar del tema; no acceder a anticonceptivos ni tener educación al respecto; vivir en condiciones de marginalidad y pobreza; son los factores comunes que el estudio encuentra detrás de las cifras de los abortos inseguros y las muertes que éste causa.
"Los principales obstáculos para eliminar el aborto inseguro y sus consecuencias permanecen. A partir de 2014, al menos 22.800 mujeres mueren cada año en todo el mundo por complicaciones del aborto inseguro. Esto se debe en parte a que el estigma lleva a muchas mujeres, incluso en países donde el aborto es legal, a buscar abortos clandestinos, que son más propensos que otros abortos a ser inseguros. El estigma también hace que las mujeres retrasen la búsqueda de tratamiento por complicaciones derivadas de procedimientos inseguros. Además, la gran necesidad insatisfecha de anticoncepción moderna en muchos países da como resultado altas tasas de embarazos no deseados, y las leyes restrictivas limitan o prohíben la disponibilidad de servicios de aborto seguro. Finalmente, independientemente de la legalidad del aborto, las mujeres pobres y rurales en los países de bajos ingresos tienen menos probabilidades que las mujeres adineradas y urbanas de poder acceder a servicios de aborto seguro debido a su costo y ubicación".