Las ventas de vino están en una crisis continua desde que comenzó la era Cambiemos. Podrá haber en curso un cambio de hábitos, pero la cifra parecen señalar mucho más que eso.
En 2016, las ventas de vino estuvieron un 8,3% abajo de 2015. En 2017, bajaron un 5,61% respecto de 2016. Y en el primer bimestre de 2018, si bien se registra una subita de 0,36% en el acumulado, en el último mes registrado –febrero– hubo una merma de 0,68% respecto de febrero de 2017. No sólo eso: febrero de 2018 fue el peor febrero desde que hay registro (2009, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Vitivinicultura). Es más: febrero fue el mes en el que menor cantidad de vino se despachó desde 2009.
Sólo hay tres meses en los que se despacharon menos de 600 mil hectolitros de vino para el mercado interno: enero y febrero de 2017, febrero de 2018. Lógicamente, de todos ellos febrero 2018 es el peor.
El verano es el peor período para las ventas de vino para consumo interno. Considerando los datos de diciembre y los de marzo –un mes donde hizo mucho calor– seguramente este verano será el peor para el sector desde que hay registro.