Con motivo de cumplirse los primeros cinco años de la aplicación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Uruguay, Leonel Briozzo -quien ya expuso en el Congreso Nacional para contar la experiencia uruguaya-, quien fue subsecretario del Ministerio de Salud Pública (MSP) cuando se aprobó y se reglamentó la ley, indicó que: "Los resultados de los cinco años son mucho mejores de lo que esperábamos. Quedó claro que estamos ya en la meseta del registro de IVE, creo que a partir del año que viene vamos a empezar a ver lo que habíamos anunciado hace cinco años: el descenso de IVE”.
En la nota publicado por el medio uruguayo la diaria, Briozzo destacó que se han consolidado los servicios de salud sexual y reproductiva, la anticoncepción y la educación sexual, y que eso también contribuirá con la disminución de abortos. “Se consolida que las adolescentes abortan en la misma proporción que mujeres adultas o menos, o sea que no se da aquella tontería que se decía para asustar, que las adolescentes iban a abortar más. No es así”, concluyó.
Respecto a la objeción de conciencia, consagrada en la normativa, alrededor de 30% de los ginecólogos han declarado objeción de conciencia, lo que los exime de coordinar el procedimiento de aborto, que mayoritariamente consiste en la prescripción de misoprostol y mifepristona. Briozzo evaluó que “no hubo una epidemia de objeción de conciencia” y que los números tienden a estabilizarse, y prevé que tras los cinco años de aplicación de la ley “comience a disminuir la objeción de conciencia para la prescripción del fármaco”.
El ginecólogo Francisco Cóppola, integrante de la Clínica Ginecotocológica A, agregó al respecto: “No hay ningún problema ético con la despenalización del aborto, es una pseudoobjeción de conciencia cuyo fin no es preservar los convencimientos íntimos de la persona sino tomar una represalia a una ley que no nos gusta; tiene más que ver con una desobediencia civil”.
Otro de los datos relevantes informados luego de los 5 años de aplicación de la ley, es el índice de repetición de la práctica. Según los registros de Iniciativas Sanitarias, 5,6% de las mujeres que abortaron en el CHPR ya lo había hecho antes. El ginecólogo Víctor Recchi evaluó que ese es un dato muy importante, y lo comparó con la tasa de repetición que tienen otros países, como Holanda, con 36%; la capital de Suecia, que registra 58%; y Estados Unidos, con 59%.
Recchi, además, explicó algunas de los factores de la vida de la mujer que influyen en la repetición de la práctica: la edad (la mayoría de las que reinciden superan los 30 años), el nivel educativo (a nivel socioeconómico más bajo, mayor vulnerabilidad), si hay conflictos con la pareja o situaciones de violencia, no tener una pareja estable, el conocimiento sobre métodos anticonceptivos. Sobre este último punto, Recchi indicó que una de las causas más frecuentes por las que se repite un aborto es la falla de los anticonceptivos.
Vinculado a eso, el ginecólogo señaló que la mayoría de las mujeres que vuelven a interrumpir embarazos no pasaron por el IVE 4; esa es la última consulta, en la que, además de asegurar la eficacia del procedimiento, se asesora a la mujer respecto de los métodos anticonceptivos que puede usar, por eso recomendó dar los métodos durante el procedimiento de IVE, en lugar de esperar a la cuarta consulta, a la que asisten sólo seis de cada diez mujeres que atravesaron el proceso.
Por otro lado, a economista Patricia Triunfo, integrante del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales, presentó un análisis de los datos del Sistema de Información Perinatal del Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano de la Organización Mundial de la Salud sobre los nacimientos ocurridos en los 15 principales centros de salud de Montevideo y el área metropolitana (cubren 50% de la población del país) entre 2011 y 2014. A partir de ese análisis, la hipótesis del equipo es que la Ley IVE impacta en los embarazos no planeados, no en los planeados, explicó Triunfo.
Los resultados de la investigación refuerzan la hipótesis. La economista reveló que el embarazo no planeado disminuyó 8% a partir de la aplicación de la ley, y que el impacto fue mayor en el grupo de mujeres que tienen entre 20 y 34 años con nivel educativo máximo de secundaria completa, en el que se redujo 11%. Halló, además, que en ese último grupo de mujeres mejoró la calidad de los nacimientos, a partir de los controles prenatales y la prueba de Apgar (examen que se realiza al minuto y a los cinco minutos de vida del bebé para evaluar qué tan bien toleró el proceso de nacimiento).
Finalmente, en diálogo con la diaria, Briozzo comentó que la investigación de Triunfo muestra que la Ley IVE “no impacta en la fecundidad del país” sino “en un sector donde en general hay un proyecto de vida”, y destacó que las mujeres que siguen con el embarazo “se controlan mejor y tienen mejores resultados”. “Es un efecto que hasta ahora no habíamos pensado, que la Ley IVE mejora el maternaje y los resultados perinatales, porque las mujeres que continúan, que son la inmensa mayoría, tienen un control y unos resultados que son mucho mejores”, valoró.