Museo Tomado, la imperdible exhibición de todo el patrimonio del museo provincial.
El Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez inauguró el viernes 4 de mayo Museo Tomado, una muestra que al cabo de un año exhibirá todo el patrimonio almacenado. En tanto, este viernes desde las 19 será la primera oportunidad de ver las obras correspondientes al Salón de mayo.
Victoria, una de las guías proveniente del Programa de Residencias Culturales, cuenta que desde casi una hora antes ya había personas haciendo tiempo en la vereda para entrar. La sala mayor, la San Martín, parece una plaza techada, muchísima gente pasea en círculos mirando el Circo criollo de Ana Fabry y linkeándolo con la Descarga de carbón, el inmenso Quinquela Martín que está en la pared opuesta.
Al cabo de un año, las 2700 obras guardadas en el reservorio del museo habrán sido exhibidas, una vez que los cuadros ocupen todas las paredes. Unos días antes de la presentación, la directora Analía Solomonoff recorrió las salas mientras charlaba con Pausa, durante los últimos momentos de preparación de la megamuestra.
Imaginando el avance de la mancha sobre los muros blancos, Solomonoff revela: “El nombre lo tomamos del cuento de Julio Cortázar”. En Casa tomada, Irene y su hermano van abandonando la casa que pretendían cuidar para siempre, ante la intrusión de unos ruidos que los van desplazando hasta desalojarlos. Sigue la directora: “La imagen que tuvimos al plantear cómo íbamos a montar y a pensar la museografía era: ¿y si una noche las obras abrieran la puerta y empezarán a caminar por las paredes los cuadros y por el piso las esculturas?”.
Las paredes no existen
Lo regular es encontrar, en un museo, las obras dispuestas con cierto espacio entre sí. En Museo Tomado esa lógica es inconstitucional y no solo aplica a sacar todo lo que está guardado, sino que la exposición atraviesa a todo el proceso de trabajo que exige un preparado tal: “Así como sacamos las obras a los muros, sacamos los espacios de trabajo a las salas, entonces cuando venga el visitante se va a encontrar a la restauradora limpiando un marco o cambiando un vidrio”.
“Esta muestra es también, para nosotros como trabajadores, la oportunidad de explicar lo que hacemos. De mostrarle a la gente que ese cuadro tiene atrás un equipo de personas que hicieron algo para que pueda estar ahí. También sentimos que responde a una demanda del ciudadano santafesino en cuanto a por qué no sabemos qué hay en el Rosa. En función de eso, democratizamos”.
“¿De dónde sacaron tantos jóvenes?” se pregunta un hombre sorprendido gratamente al mirar alrededor, una larga mitad de los asistentes a la inauguración son sub 30.
De tanto en tanto hay placas con códigos QR que canalizan la curiosidad hacia la cuenta de Pinterest en la que se van subiendo los cuadros, agrupados según las salas que ocupan. Si lo digital puede ser artístico, o si lo son los videos o unas manzanas pudriéndose, dependerá del punto en el que nos paremos, siempre: “Para mí una obra no cancela a otra, una escultura en mármol, un video o una performance. Más allá de su materialidad o de cómo está construido, lo que tiene que generarse son nuevos cuestionamientos, un quiebre de la mecanicidad”, piensa la mujer que dirige el Rosa desde 2016.
—¿Cuáles de esos cuestionamientos estuvieron en el germen de esta muestra?
—Museo Tomado dialoga con todas las preguntas que nos hacemos hoy en día: ¿Qué es arte? ¿por qué conservar un museo? ¿qué significa conservar? ¿qué es ser mujer artista hoy y qué era hace 50 años? ¿qué es un espacio público? El trabajo de conservación es un trabajo de preguntar: qué se puede conservar y qué no, cómo hacerlo en caso de una técnica experimental, todos diálogos que se estiran hasta preguntarnos qué es una obra, qué es arte, qué se hace y qué se debería hacer en un museo.
El Rosa aspira ser un espacio a partir del que empezar a preguntar, pero no lo hace en solitario. Según Solomonoff el sistema de museos que también integran el Histórico y el Etnográfico posee ese horizonte en el que los museos hagan circular cuestiones de interés público: “El museo tiene que servir como canal para esos diálogos y cuestionamientos en cuanto al ser, a la ciencia, al género, a la forma en que vivimos, cómo nos construimos, la violencia sobre los trabajadores, todos los paradigmas de la humanidad en definitiva. El arte me parece que sirve para eso, para volver a cosas que se creía que ya estaban solucionadas”.
Info útil
Durante los meses de invierno (de mayo a octubre) el museo permanece abierto al público de miércoles a viernes de 9 a 13 y de 15 a 19 horas y los sábados, domingos y feriados de 15 a 19 horas. Además, habilita horarios especiales para visitas programadas, los cuales pueden consultarse en la página web www.museorosagalisteo.gob.ar. Las escuelas e instituciones que deseen solicitar un turno, pueden hacerlo escribiendo un mail a [email protected] con el asunto “Solicitud de visita programada”.