El gobierno está tratando de contener una fuerte corrida cambiaria, producto del nuevo modelo de timba financiera que instaló desde que levantó el cepo al dólar. ¿Cuáles son las claves para mensurar lo que pase hoy?
En este momento, el Banco Central está cerrando la licitación de Lebacs del día. Hoy vencían 617 mil millones de pesos en esas letras, que son como unos pagarés que emite la casa madre de los bancos. El riesgo es que muchos de los dueños de esas Lebacs no quieran renovarlas (esto es: sacar más Lebacs) y quieran convertirlas en pesos, para irse luego al dólar. Para que eso no suceda, se espera que el Banco Central ofrezca una jugosa tasa de interés, próxima al 40%.
En la última licitación de Lebacs, la tasa de interés a 28 días (el tramo más corto, que se usa como referencia) marcó 26,3%. Un salto al 40% funcionará como una fuerte aliciente para el crecimiento de esta burbuja... que volverá a presionar en menos de un mes, cuando sea el vencimiento de junio. Pero, además, semejante alza generará un problema posterior de gravedad mayor: la tasa se puede subir de un saque, pero generar una baja es muchísimo más complicado. Si el objetivo es que los dueños de Lebacs no huyan masivamente al dólar, esa baja tiene que ser paulatina. De hecho, le tomó ocho meses al Banco Central poder bajar la tasa desde 38% al 26%, durante 2016, y nunca logró bajarla mucho más. Una tasa de interés del 40%, en las condiciones inflacionarias actuales, es el camino directo a una recesión profunda.
En las últimas cuatro licitaciones del año no se renovaron Lebacs por 74.134 millones de pesos (abril), 72.481 millones (marzo), 81.867 millones (febrero), 45.633 millones (enero). Los montos que se renovaban fueron notablemente menores: el más grande fue el de abril, cuando vencían 586.616 millones de pesos. El gobierno tiene que rogar por un porcentaje equivalente de tenedores de Lebacs que no renueven en esta ronda. En abril, fue el 12,63%. Hoy, si se repite ese porcentaje, habría casi 78 mil millones de pesos libres a partir de mañana, yendo a presionar directamente al dólar. A precio actual, el Banco Central tendría que poner a disposición 3.100 millones de dólares de las reservas sólo con el objetivo de mantener la cotización firme.
La asignación universal para los ricos no frenó el dolar ni la inflación
Toda una cifra, sobre todo si se considera que desde principios de marzo el Banco Central ya liquidó más de ocho mil millones de dólares, sin logra detener el encarecimiento del dólar, que pasó de 20 pesos a comienzos de marzo a los 25 pesos actuales. Arriba de eso, se pueden sumar , por que no, los más de 14.773 millones de pesos que el Central ya pagó como intereses en la licitación de Lebacs de abril pasado. y los de más de 14.519 que ya pagó en marzo.
Redondeando, el Banco Central desde que empezó la corrida ya liquidó ocho mil millones de dólares y 29.293 millones de pesos para no poder evitar que el dólar salte de 20 a 25 pesos y que la tasa de interés salte de 26% al 40% de hoy. Una gran victoria de la timba financiera: es muchísima más plata que la que se le recortó a la Anses durante todo el año.
Los efectos en la economía real de la combinación de la devaluación y la suba de la tasa de interés serán desastrosos. La inflación ya está pegando un salto muy potente, mientras que cualquier plan de inversión empalidece frente a la potencial ganancia que ofrece la timba del central. Si se suma el tarifazo que falta en el año, puede llegar a cerrarse un período mucho más crítico que el 2016.