A raíz de los dichos de María Eugenia Vidal, el Consejo Interuniversitario Nacional se manifestó a través de un comunicado: “deslegitima y desconoce nuestra historia”.
“La universidad es un derecho que debería tener cualquier ciudadano a educarse, adquirir herramientas para transformar su vida y aportar a tener una sociedad más justa, democrática y soberana” aseveraron en un comunicado emitido algunos días después de que la Gobernadora de Buenos Aires dijera ante el Rotary Club.
Como respuesta directa a los dichos de Vidal, el CIN es contundente al señalar que en las universidades del conurbano bonaerense entre el 70% y el 90% de los estudiantes son primera generación y, entre ellos, más del 60% son mujeres y más del 40% son mayores de 30 años. Con políticas de estado contradictorias a estas, a muchos no les habría “correspondido” acceder a educación superior.
Estudié en una universidad del conurbano.
Soy primera generación. Hija de una empleada doméstica sin registrar y de un remisero.
Hoy estoy a punto de recibirme de Doctora en Comunicación. El Conicet me becó por 2 años y hoy soy docente en otras universidades conurbaneras.— CeciliaB (@cebediaz) 31 de mayo de 2018
Además, se expresaron ofendidos en calidad de docentes, investigadores y de trabajadores de extensión, “que contribuyen a la solución de las necesidades de cada comunidad local y regional donde se encuentran y a revitalizar la economía a través de la continua innovación científica y tecnológica, y su impacto sobre la productividad, la generación de nuevos productos y la mayor competitividad en el mercado internacional”.
Haciendo hincapié en el centenario de la Reforma Universitaria de 1918, el CIN revindicó que este “hecho puso la piedra fundamental para iniciar la des-elitización de la universidad pública y la construcción de una institución al servicio del bien y la transformación social, que luego se vería complementada y profundizada por la gratuidad de los estudios superiores establecida en el año 1949”
Pero más allá de la memoria emotiva, desde el CIN también expusieron estadísticas regionales exponiendo cómo la educación superior creció en las últimas décadas: “en Iberoamérica de apenas 1,9 millones de estudiantes en 1970 a 8,4 millones en 1990 y a alrededor de 25 millones en 2011”.
Increíble el prejuicio de clase de Vidal. Tuve muchos estudiantes nacidos en la pobreza. Recuerdo uno en especial que durmió durante meses en la calle para poder comenzar sus estudios. Cómo se nota que odian la universidad pública, por favor! https://t.co/TjMx3XVVzf
— Ezequiel Adamovsky (@EAdamovsky) 30 de mayo de 2018
Las 17 instituciones universitarias hechas entre 2003 y 2015 permitieron que todas las provincias del país tengan al menos una universidad nacional; 9 de ellas se emplazaron en la provincia de Buenos Aires: “las universidades que se crearon en la Provincia de Buenos Aires tienen tasas anuales de crecimiento estudiantil que van desde el 20% hasta el 90%. ¿Qué significaba esto si no era una demanda insatisfecha por educación superior?”, se preguntan.
En este sentido, indican, para el período 2005-2015: “Los datos del INDEC (EPH) nos dicen que, en dicho período, el 20% más pobre de la gente que vive en el Gran Buenos Aires aumentó su participación en este nivel de la educación en un 61,2% y su tasa de graduación aumentó en casi un 20%”.