Más o menos suman la cantidad de egresados (por año) de ocho escuelas secundarias grandes de Santa Fe. Desde que asumió Macri, la creación de trabajo privado registrado es prácticamente una utopía o un error empresario.
La última vez que el presidente Mauricio Macri utilizó la expresión "empleo de calidad" fue en su alocución del 27 de junio, en el Día de la Pyme, ante los empresarios de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, la institución que todos los meses reporta la desastrosa caída del consumo. Macri gusta de hablar de "empleo de calidad", no se sabe muy bien cuál sería la expresión opuesta, pero sí queda claro que se refiere al empleo privado registrado y que es una muletilla que suele repetir, lanzando cifras al aire, prometiendo rebajas de impuestos y flexibilización laboral, generalmente.
Sin embargo, desde que cambió el modelo económico al último dato oficial –de abril, proporcionado por el Ministerio de Trabajo– el trabajo registrado privado apenas le llegó a 8.338 argentinos más. Para que se dimesione lo ínfimo y la situación crítica del mercado laboral: son menos personas que los egresados que todos los años salen del Nacional, la Almirante Brown, el Normal, el Comercial, el Industrial, La Salle, la Inmaculada, la Adoratrices y el Calvario, por nombrar nueve escuelas de alto perfil público y mucha matrícula.
En noviembre de 2015 había 6.266.760 trabajadores registrados en el sector privado. En abril de 2018 esa cifra apenas subió a 6.275.098. El promedio mensual de nuevos trabajadores registrados del sector privado es de apenas 288 personas. El Ministerio de Trabajo provee datos del período 2009-2015, antes de de Macri: el promedio mensual de nuevos trabajadores registrados llegaba a 7.311. Con Macri la creación de trabajo privado registrado cayó 25 veces. Para tener mayor benevolencia, puede tomarse la cifra de creación de trabajo registrado privado entre 2012 y 2015, el peor período económico del kirchnerismo: alcanzaba a 3421 nuevos laburantes por mes: un ritmo casi 12 veces mayor que el del nuevo modelo Cambiemos.
El sector más afectado por el bajonazo es la industria, cuyos niveles de empleo registrado están a la altura de los de la crisis internacional de 2009. Sin embargo, paulatinamente comienzan a verse también efectos sobre el comercio. La construcción vivió un 2016 espantoso, pero luego se recuperó. No obstante, 2018 no trae buenos augurios. Los tres sectores son la base del empleo privado nacional.