El movimiento cooperativo provincial tuvo su cumbre en Rosario, durante la segunda edición de Expocoop.
El gran Salón Metropolitano rosarino recibió el viernes 6 y el sábado 7 a unas mil personas provenientes, en mayor grado, del resto de la provincia, que llevan adelante los más variados tipos de emprendimientos cooperativos: desde medios de comunicación hasta productores de yerba mate, fabricantes de calzado y de pastas frescas.
Después de un desayuno de café con leche, jugo, medialunas y galletas, el gobernador Miguel Lifschitz fue uno de los oradores encargados de inaugurar el Segundo Congreso Santafesino de Cooperativas y la Segunda Exposición del Movimiento Cooperativo Santafesino: “Santa Fe es pionera en materia de desarrollo cooperativo y creo que tenemos una gran oportunidad para potenciar este sistema de organización del trabajo, de la economía y de la producción. El cooperativismo es un instrumento democrático, de inclusión, de participación de las personas en proyectos comunes, proyectos colectivos”, dijo máximo del ejecutivo provincial, de 62 años.
Además, Lifschitz destacó las tradiciones de Sunchales como capital nacional del cooperativismo y de la misma Rosario como capital nacional del mutualismo: “Tenemos toda una historia asociada al desarrollo de la economía solidaria, del cooperativismo y mutualismo, que nacieron por el siglo XIX de la mano de la inmigración europea, seguramente en tiempos de muchas dificultades. En los últimos quince años ha habido un reflorecimiento del movimiento solidario, quizás a partir de la crisis de 2001, donde muchos habían llegado a convencerse de que las cooperativas eran parte del pasado, que lo innovador era la empresa privada y la competencia entre las empresas”.
Economía para las personas
Ariel Guarco, el presidente de la Alianza Cooperativa Internacional que nuclea a unas 3 millones de cooperativas de todo el mundo, también estuvo presente y se hizo cargo de una exposición reflexiva respecto de los desafíos actuales del movimiento: “Desde la ACI estamos trabajando en una herramienta cooperativa para asegurar que el ahorro de los asociados o de los habitantes de una comunidad vuelva a esa comunidad a través de financiación de proyectos que vayan en pos del desarrollo de esas comunidades. Pero también tenemos que cambiar a quienes nos auditan, a quienes nos analizan, a quienes nos dan los parámetros de riesgos. Y para eso debemos cambiar las normas que rigen el sistema financiero internacional. Sé que suena utópico, pero estamos en un movimiento que hizo de la utopía el motor de su crecimiento”.
En este sentido, Guarco cerró su intervención hablando del cooperativismo como sinónimo de economía solidaria: “Hay que construir otro tipo de economía integrada por empresas cuyo norte no sea la maximización del beneficio sino responder a las necesidades que tiene la población. Con la lógica del servicio por sobre la rentabilidad. Creo que el principal aporte que podemos dar las cooperativas para dar una respuesta sistémica a las recurrentes crisis, es construir otra economía, una economía con raíces para darle más firmeza a nuestra comunidad, para sentirnos menos vulnerables”.
Contra el neoliberalismo
Otro que estuvo presente fue el ex gobernador y ahora diputado provincial Antonio Bonfatti.
Al reivindicar la potencia de los movimientos cooperativistas y mutualistas, catalogándolos como el mejor paradigma para hacer sobrellevar las transformaciones del trabajo que implican las nuevas tecnologías, lo que devendría, según articuló, en el cuestionamiento radical de los modos y objetivos del modelo económico neoliberal propio de la gestión nacional de Cambiemos.
En línea con esto, Bonfatti aseguró que “lo ideal es el apalancamiento del Estado a este tipo de emprendimientos para generar, además, conciencia sobre la necesidad de cambiar los paradigmas de cómo vivimos, lo que obviamente entra en una enorme contradicción con lo que propone el gobierno nacional, que lleva a una competencia sin freno donde el más grande se come al más chico, y al individualismo. Y genera una economía con ganancias para muy pocos y problemas cada vez mayores para una amplia mayoría”.
Por último, destacó distintos ejemplos de la provincia augurando un futuro con mayor preponderancia de los emprendimientos con lógica horizontal: “Se demuestra en Rosario y en el norte de la provincia, por ejemplo. Podemos hablar de los 600 productores caprinos, de los 2300 pescadores incorporados al proyecto de acuicultura, las experiencias de asociativismo cooperativo, los cinco ejemplos de cooperativas harinera que fomentamos desde la provincia, como los de Armstrong y Alcorta, que generan valor agregado dentro de las propias localidades, lo que además contiene la migración a las grandes ciudades y evita la aparición de pueblos fantasma”.
Otras experiencias
Daniel y Enzo, de Nueces Pecan, contaron que como emprendimientos particulares se les hacía muy difícil insertarse en el mercado: “Somos todos pequeños productores de Santa Fe y Entre Ríos, éramos todas familias pelando nueces a mano hasta que nos fuimos dando cuenta de que esa forma de trabajo no iba más”. Actualmente, una decena de socios trabajan sin más complicaciones que el exceso de pedidos.
Al lado de ellos, sin ir más lejos, estaba Lucía, de Cronopios Cooperativa de Técnicos Escénicos: “Somos un conjunto de cooperativas nucleada en una casa terapéutica y el objetivo es que cada espacio trabaje en sus distintas disciplinas, siempre buscando ser un espacio de inclusión para chicos con distintas suertes en cuanto a algunas capacidades en particular. Tenemos servicio de sonido e iluminación con el que trabajamos por ejemplo en el 8M, hay productos textiles, de carpintería, alimenticios y hasta la revista Qué Sapa”.
Después de estas dos jornadas de exposiciones, talleres y rondas de vinculaciones comerciales, el movimiento cooperativista argentino entero se prepara para octubre, mes en que se hará la Cumbre Cooperativa de las Américas, que este año será en Buenos Aires.