La Cámara de Diputados de la Nación sancionó hoy, por unanimidad, la nueva Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, conocida como ley Justina, que previamente había sido votada también por el total de los y las senadores.
El proyecto modifica la actual ley, introduciendo una serie de cambios con los que se busca dar respuesta a las ocho mil personas que actualmente se encuentran en lista de espera para un trasplante de órganos o tejidos.
Uno de los puntos importantes de la normativa es el que hace referencia a la posibilidad de realizar la ablación de órganos y/o tejidos sobre toda persona capaz mayor de 18 años, que no haya dejado constancia expresa de su oposición, a que después de su muerte se realice la extracción de sus órganos o tejidos. De esta manera se eliminan trabas burocráticas y los familiares de una persona fallecida no deberán dar ninguna autorización para que se realice la donación.
Con esta ley se establecería que todas las personas son donantes, a menos que declaren lo contrario: aquellos que no quieran serlo deberán manifestarlo explícitamente. Este enfoque constituye la instauración de un nuevo paradigma, similar al existente en España, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Otro de los aspectos que impulsa el proyecto es la instalación de unidades de procuración y donación en todos los hospitales públicos del país y, a la vez, potenciar la formación de recursos humanos en las prácticas de ablación y trasplante.
La ley es conocida como Ley Justina por Justina Lo Cane, una niña de 12 años que murió el 22 de noviembre de 2017 esperando un corazón en la Fundación Favaloro. Su muerte resintió a todos lo que estaban involucrados en su causa. Por eso su familia continuó la campaña de concientización hasta llegar con esta ley al Congreso y lograr que todas las personas sean donantes.