Tras 16 meses seguidos de subas en los despachos de cemento, cayeron en mayo y también en junio. El indicador revela que se aproxima un parate en la construcción, uno de los pocos sectores en los que se creó trabajo en la era Cambiemos.
En mayo la caída fue del 4,33%, en junio llegó a 6,37%. Los despachos de cemento, de muy sensible variación de acuerdo a la actividad (o no) de la construcción, reaccionaron rápidamente al recrudecimiento de la malaria de la era Cambiemos. Desde el cambio de modelo, nunca el sector alcanzó la misma perfomance que en 2015.
Según los datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, que nuclea a las grandes empresas del sector, en junio se registró una merma en los despachos de cemento de 6,37% respecto de junio de 2017. Las ventas acumuladas en el primer semestre de 2018 se encuentran, no obstante, un 6,6% por encima del año pasado. Sin embargo, de continuar a la baja los despachos, es probable que 2018 quede igual o por debajo del año pasado, convirtiéndose así en el tercer año consecutivo en que no se superan los despachos de 2015.
A diferencia de un inodoro o de los cerámicos, el cemento sin usar se echa a perder. Por eso, es un indicador muy sensible de la situación de la construcción, un sector que demanda mucho empleo y que fue una de las claves de la reactivación de patas cortas de 2017. Terminada la inyección de obra pública electoral del año pasado, la merma podría estar indicando un nuevo parate del sector (que tuvo un 2016 olvidable). Habrá que esperar los próximos meses.