Desde el entorno familiar de la joven indican que la ropa encontrada en el lugar pertenecía a Rosalía. Aún se aguardan los resultados de la autopsia.
El pasado 1º de julio se cumplió un año de la desaparición de Rosalía Jara, la joven de 19 años oriunda de Fortín Olmos.
Este domingo, en las primeras horas de la noche, cazadores que se encontraban en un campo cercano a la ruta provincial N° 98, en el departamento de Vera, encontraron restos humanos y ropas en una zona de islas a la vera del arroyo Golondrina.
Desde las primeras horas de este lunes, peritos –acompañados de fiscales, funcionarios y representantes legales de la familia Jara y del único imputado en el caso– retomaron el operativo de levantamiento y recolección de pruebas, luego de que la escena quedara en custodia ante la falta de luz natural.
“Todos los indicios nos hacen pensar de que se trataría de Rosalía Jara”, expresó Dario Chávez, director provincial de Investigación Criminal. Los restos están en avanzado estado de descomposición y junto a ropas compatibles con las que llevaba Rosalía la noche que se la vio por última vez: una zapatilla fucsia y campera estilo animal print.
"Se reconoció la ropa, la zapatilla, las llaves y hay que esperar el ADN para confirmar que se trata de Rosalía. Está el 90% del cuerpo", dijo Mónica Pérez, tía de la víctima, en diálogo con Aire de Santa Fe. Esta información fue confirmada a Pausa por el abogado de la familia Jara, Aníbal Zupel.
El caso
Rosalía fue vista por última vez saliendo de un bar en Fortín Olmos, hablando por celular, la noche del 1 de julio. Durante el rastreo realizado por los perros de la policía, se pudo establecer que la joven estuvo en una garita de colectivos ubicada sobre la ruta 83. Es lo último que se supo de ella.
El único detenido por su desaparición, hasta el momento, es Juan Valdéz, quien mantenía una relación y comunicación permanente con Rosalía. Valdéz admitió que estuvo con ella la noche antes que desaparezca. En su auto encontraron cabellos de la chica, en su celular mensajes y después de declarar que esa noche había estado viendo televisión en su casa, se desdijo y admitió que la había visto. Tras conocerse los resultados del análisis de ADN, se confirmó que es el padre de la hija de Rosalía. El juez Gonzalo Gon dispuso imputarlo por retención y ocultamiento de persona.